La contaminación del aire desencadena aproximadamente el mismo número de ataques cardiacos como otros factores de riesgo individual como el esfuerzo físico excesivo, el alcohol o el café, según un estudio de la Universidad de Hasselt en Biepenbeek y la Universidad Católica de Lovaina en Bélgica que se publica en “The Lancet”.
El estudio señala que la ira, las emociones positivas, la actividad sexual, el consumo de cocaína o marihuana y las infecciones respiratorias pueden también desencadenar ataques cardiacos en diferente medida. Los autores combinaron datos de 36 estudios separados con participantes con una edad media que iba de los 44 años en el consumo de cocaína y marihuana hasta los 72 años de los estudios sobre infección respiratoria. Los autores calcularon que el riesgo relativo que poseía cada desencadenante, y la fracción atribuible a la población, proyectando la proporción de ataques cardiacos totales estimados que han sido causados por tal factor.
La contaminación del aire aumentaba el riesgo de ataque cardiaco en un 5 por ciento, mientras que la cocaína lo aumentaba en 23 veces. El café incrementaba el riesgo en 1,5 veces y el alcohol en tres veces. Sin embargo, dado que la población completa está expuesta a la polución del aire y sólo una fracción muy pequeña ( 0,02%) a la cocaína, la polución del aire desencadena muchos más ataques cardiacos que la cocaína.
La ira, la actividad sexual, el consumo de cocaína y las infecciones respiratorias pueden también desencadenar ataques cardiacos en diferente medida.
El estudio señala que la ira, las emociones positivas, la actividad sexual, el consumo de cocaína o marihuana y las infecciones respiratorias pueden también desencadenar ataques cardiacos en diferente medida. Los autores combinaron datos de 36 estudios separados con participantes con una edad media que iba de los 44 años en el consumo de cocaína y marihuana hasta los 72 años de los estudios sobre infección respiratoria. Los autores calcularon que el riesgo relativo que poseía cada desencadenante, y la fracción atribuible a la población, proyectando la proporción de ataques cardiacos totales estimados que han sido causados por tal factor.
La contaminación del aire aumentaba el riesgo de ataque cardiaco en un 5 por ciento, mientras que la cocaína lo aumentaba en 23 veces. El café incrementaba el riesgo en 1,5 veces y el alcohol en tres veces. Sin embargo, dado que la población completa está expuesta a la polución del aire y sólo una fracción muy pequeña ( 0,02%) a la cocaína, la polución del aire desencadena muchos más ataques cardiacos que la cocaína.
La ira, la actividad sexual, el consumo de cocaína y las infecciones respiratorias pueden también desencadenar ataques cardiacos en diferente medida.
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