Si bien la aparición de las várices es hasta cinco veces más frecuente en las mujeres, haya casos en los que se presentan en hombres. Se da habitualmente en las venas de las piernas, sin embargo, también pueden afectar al esófago, la región anal o los testículos.
Las válvulas son responsables de hacer circular la sangre hacia el corazón, por lo que si no funcionan correctamente la sangre se acumula en la vena provocando su hinchazón.
La tromboflebitis se presenta este caso con coágulos que dificultan la circulación. Esta situación puede darse, por ejemplo, tras prolongados periodos de reposo en cama.
LO QUE DEBES SABER
DE LA ENFERMEDAD
La primera recomendación que deben seguir los pacientes para que se les realice el diagnóstico es acudir a un especialista de cirugía vascular. El experto está plenamente capacitado para, solo con la clínica y una exploración física, dar un primer diagnóstico que suele ser bastante certero.
A continuación, se debe realizar un eco Doppler venoso que suele dar información más concreta de la anatomía de la varice y sobre las opciones terapéuticas que se pueden establecer.
El tratamiento farmacológico de las várices está enfocado a aliviar los síntomas y evitar que el trastorno vaya a más. Algunos fármacos venotónicos que se administran por la vía oral resultan eficaces. Los más empleados son Daflón (diosmina), Venosmil (hidrosmina) y Venoruton (oxerutinas), entre otros.
Las plantas medicinales también pueden ser una opción terapéutica a tener en cuenta. Se suelen administrar por vía oral o aplicarse en forma de geles y cremas.
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