"Tengo que enfrentarme al hecho de que nunca voy a escuchar el silencio de nuevo".
Esta dura reflexión es de la DJ británica Anne Savage, que sufre de acúfenos tras años de exposición a música alta.
Los acúfenos son un fenómeno que consiste en escuchar sonidos generados por tu propio cuerpo.
Suelen describirse como un "zumbido en los oídos", aunque hay distintas variedades de sonido, como explica la página web del Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés):
Zumbido
Chirrido
Silbido
Siseo
"En bares, restaurantes o cualquier sitio con ruido de fondo, me cuesta escuchar las conversaciones", le explicó Savage.
"A veces, dejo de intentar participar porque no puedo escuchar de qué habla la gente, lo cual me hace sentir aislada", relató la DJ.
Lo peor, dijo, es la sensación de que "podría haber dado pequeños pasos para disfrutar de ir a festivales y discotecas" sin haber perjudicado para siempre sus oídos.
Los acúfenos pueden estar asociados con la pérdida auditiva causada por la edad, con haber sufrido infecciones en el oído o con enfermedades como la otosclerosis.
La mayor parte de las veces son "irrelevantes", explicó María Teresa Heitzmann, especialista del departamento de Otorrinolaringología de la Clínica Universidad de Madrid.
Es decir, no suponen un problema ni una molestia para la persona que los sufre.
Pero en otros casos, son la alerta de que se está produciendo una lesión en el oído.
Por eso, los expertos recomiendan ir siempre al médico para que sea él quien realice una valoración auditiva.
Como muestra el caso de Savage, una causa común y evitable de los acúfenos es la exposición a elevados ruidos, entre ellos la música a todo volumen.
"La exposición al ruido es el primer factor desencadenante", afirmó Heitzmann.
Esa ruido elevado puede ser una característica del puesto de trabajo, por ejemplo, en el caso de los obreros.
Pero también puede darse en el caso de las personas que aman la música en vivo o las discotecas, más expuestas al riesgo.
Cómo protegerte y qué debes hacer si sospechas que tu oído está dañado.
1. Reduce la exposición
Cuanto más alto sea el sonido, menos tiempo deberíamos pasar escuchándolo antes de que se convierta en peligroso para nuestros oídos.
Escuchar un reproductor MP3 a todo volumen durante solo ocho minutos puede provocar un daño permanente.
En un concierto puedes dañar tu oído con solo 66 segundos de música.
Obviamente, escuchar solo un minuto de música en un concierto no tiene mucha gracia.
Pero sí que deberías tener en cuenta que reducir el tiempo de exposición reduce también los riesgos.
"Los dos factores más importantes son la intensidad del sonido y el tiempo de exposición", explicó la doctora Heitzmann.
Es recomendable descansar de vez en cuando y salir del local para dar paz a los oídos.
2. Utiliza tapones
Los tapones son una forma barata de reducir el impacto de la música alta y del ruido.
Los trabajadores de discotecas y bares de todo el mundo ya los empiezan a utilizar, pero hasta hace poco era raro ver a un mesero con tapones.
Y sucede muchas veces que los únicos que no llevan protección auditiva en una discoteca o sala de conciertos son los clientes.
Tapones
Quizás te parezca que los tapones sencillos de espuma son cosa de tontos o hacen que no se disfrute tanto de la música.
Pero hay alternativas más discretas y de mejor calidad.
Los puedes comprar por internet o en tiendas musicales.
En Reino Unido hay una organización (Plug' em) que se dedica a promocionar el uso de tapones y a reducir el "estigma" que, en su opinión, está asociado a esta práctica.
3. Sepárate de los altavoces
Cuanto más te alejes de los altavoces, menos poderosa será la energía del sonido cuando alcance tus oídos.
El volumen se reduce según la ley de la inversa del cuadrado. En teoría, al doblar la distancia con respecto al origen del sonido se reduce el volumen en un cuarto.
Intenta reducir el tiempo que pasas al lado de los altavoces en los conciertos.
4. Consulta con un médico
Si te preocupa tu oído, consulta con tu médico o con un especialista.
El 90% de los casos de acúfenos se dan en gente que sufre pérdida de capacidad auditiva, sea como consecuencia del proceso de envejecimiento o por la exposición a ruidos y música alta.
Una nueva teoría sobre por qué suceden los acúfenos argumenta que las células sensoriales en los oídos compensan por la pérdida de capacidad auditiva haciéndose más sensibles a los ruidos.
Esto hace aumentar el volumen de los ruidos de fondo, que normalmente no oímos.
Así que si crees que sufres este problema, los primero que debes hacer es ir a que te chequeen el oído.
Quizás descubras que necesitas un aparato que te ayude a oír mejor, y esto podría hacer que tu oído deje de compensar por la pérdida auditiva.
Pero, ¿qué pasa si ya los sufres? ¿Puedes seguir asistiendo a conciertos?
La respuesta de la doctora María Teresa Heitzmann es que mejor no.
"Si te sigues exponiendo al ruido, sigue avanzando la lesión", afirmó.
Pero no solo los conciertos son un riesgo.
Los reproductores musicales también pueden estar detrás de los acúfenos si escuchas la música muy alta.