lunes, 22 de enero de 2018
¿Qué chequeos médicos debo hacerme cada año?
El inicio de un nuevo año es un buen momento para tomarse en serio la salud, dejar de lado los malos hábitos y llevar un control periódico de nuestro cuerpo aunque uno no tenga dolencias.
Si por un lado hay consenso en que comer sano, hacer ejercicio y dormir ocho horas al día ayuda a las personas a prevenir las enfermedades; por otro lado, los chequeos médicos anuales generan polémica.
Hay quienes sostienen que es una medida para detectar a tiempo futuras enfermedades, y cumplen con él a rajatabla todos los años); mientras que sus detractores lo ven como producto de la obsesión por la salud, un negocio de los médicos privados y una esperanza absurda en revertir el paso de los años.
La importancia del control
Para definir la importancia de un control médico, lo primero es plantearse cada caso de manera especial, ya sea en hombres o en mujeres, y evaluar. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que existen situaciones de riesgo como los pacientes con adicciones, aquellos que tienen exceso de peso o antecedentes familiares de patologías graves, las mujeres embarazadas y los trabajadores expuestos a sustancias tóxicas.
En ese caso sí se aconseja tener en cuenta un control médico frecuente pero si se trata de una persona sana, las cosas cambian: es necesario enfocarse en los hábitos de vida y no en el consultorio médico.
“Existe toda una movida de complejizar a los pacientes con estudios, ellos también demandan más análisis y tenemos la tecnología para hacerlo pero nada ha dado más resultado que los hábitos saludables.
Hay que concentrarse en la vida sana en lugar de buscar respuestas mágicas en la tecnología. Uno debe ser consciente que tiene que dejar de fumar, que es necesario comer mejor y hacer más ejercicio”, explicó a EL DEBER el doctor Matías Tisi Baña, especialista en Medicina Interna del Hospital Universitario Austral de Buenos Aires (Argentina).
Hay que prevenir
No obstante, como consulta de prevención asegura que las personas adultas deben asegurarse de tener sus vacunas al día (algunas como la antitetánica se deben actualizar) y los mayores de 65 años deben recibir la vacuna antigripal y neumococo, que es la más frecuentemente produce neumonía.
Si la persona es un paciente sano y no tiene antecedentes familiares de riesgo hereditario se puede hacer un estudio complementario cada uno o tres años que consiste en un laboratorio general para ver el colesterol y la glucemia, como detección temprana de diabetes y un hemograma como parte de la rutina.
Si el especialista lo considera necesario, se puede hacer un electrocardiograma y, en caso de no presentar ningún riesgo, se puede repetir después de cinco o 10 años. Lo que si hay que tener más en cuenta es el control de la tensión sanguínea, al menos una vez por año, porque la presión arterial alta no da síntomas hasta que la persona tiene un problema como insuficiencia cardiaca o un infarto.
Chequeos por género
Las mujeres en edad fértil se deben incorporar el papanicolau y la mamografía a partir de los 50 años. El control ginecológico en mujeres sexualmente activas debe realizarse anualmente, explica Tisi Baña.
En el caso de los hombres, indica el especialista, a partir de los 50 años en la población sana, se tienen que realizar controles de próstata, cada año.
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