En el país hay alrededor de 2.000 personas que padecen enfermedades renales crónicas, informó ayer el Ministerio de Salud.
Según el responsable del Programa Nacional de Salud Renal, Olker Calla, “cada uno de esos pacientes necesita de un tratamiento de diálisis para poder vivir de forma normal, es decir una máquina para vivir, que tiene un alto costo”.
Por eso, explica que se requiere que estos pacientes tengan un trasplante de riñón, “aunque algunos siguen viendo a este tema como un tabú”.
En ese sentido, el Ministerio de Salud tomó contacto con el Instituto Nacional Central Único de Coordinación de Ablación e Implante (INCUCAI), del Fondo Argentino de Cooperación Horizontal, para generar un convenio basado en un programa de trasplante renal, con dos ejes principales: accesibilidad, que permita un fácil acceso a esta terapia sustitutiva, y transparencia, que garantiza el éxito del programa.
Para ello, un grupo de expertos argentinos llegó al país para hacer un diagnóstico de los pacientes.
El embajador Argentino en Bolivia, Horacio Maceda, dijo al respecto que el INCUCAI es el máximo referente del trasplante renal en Argentina, porque en él cada año se realizan alrededor de 500 trasplantes de riñón.
El viceministro de Salud, Martín Maturano, agradeció la llegada de estos especialistas, “porque la salud de la población es importante”.
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