Un nuevo método preventivo para la malaria: la quimioprevención de la malaria estacional (SMC por sus siglas en inglés) ha sido recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en las zonas de la subregión del Sahel, donde la prevalencia estacional es importante. Este tratamiento preventivo sólo se utiliza en regiones donde la malaria es estacional. Aunque en Níger la enfermedad sea endémica, el país hace frente cada año a un importante recrudecimiento del número de casos durante la estación de lluvias, que se extiende de julio a octubre y que corresponde al periodo de alta transmisión de la enfermedad. Aplicada por primera vez en Níger en 2013, la SMC se inscribe desde entonces en la estrategia del Programa Nacional de Lucha contra la Malaria para combatir esta enfermedad, que puede ser especialmente letal en niños menores de 5 años.
Estos últimos años, el impacto de la SMC se ha considerado muy prometedor en los países de la subregión donde se ha realizaado, explica Alena Koscalova, médica epidemióloga de MSF. Estudios recientes realizados en países del oeste de África como Senegal, Gambia, Burkina Faso o Mali, han demostrado una disminución de los casos de malaria simple de un 83% y una reducción similar de la incidencia de la malaria severa en los niños menores de 5 años que han recibido tratamiento preventivo.
En los últimos años, todos los niños estaban enfermos. Los traslados al hospital eran constantes. También había muchas muertes, explica una madre del área de salud de Magaria en la región de Zinder, al sur de Níger. De julio a octubre de 2013, estos niños se beneficiaron por primera vez de dosis de sulfadoxina-pirimetamina (SP) y de amodiaquina (AQ) durante tres días, a razón de una vez al mes, de julio a octubre. Este año, nuestros hijos no han enfermado gracias a este tratamiento.
MÁS DE 206.000 NIÑOS MENORES DE 5 AÑOS HAN SEGUIDO LA SMC EN 2013
De julio a octubre de 2013, MSF lanzó una campaña masiva que benefició a más de 206.000 niños de 3 a 59 meses, en más de 1.045 aldeas de los distritos sanitarios de Magaria, Madaoua, Bouza, Madarafounda, y Guidam-Roumji en las regiones de Zinder, Tahoua y Maradi.
La organización desplegó más de 2.000 agentes comunitarios en las aldeas para sensibilizar a las comunidades y animar a los padres a que llevasen a sus hijos a los puntos de distribución para que recibiesen las dosis mensuales de medicación. Disponibles en forma de blíster que combinan SP y AQ, estos medicamentos fueron distribuidos por los agentes comunitarios en 179 puntos fijos instalados en estructuras de salud o lugares públicos y 75 puntos fijos avanzados, en las casas de los jefes de la aldea o en los pueblos, así como por 99 equipos que los distribuían puerta a puerta.
Las tres estrategias de distribución consiguieron una tasa de cobertura superior al 85%, un dato muy satisfactorio, afirma la médico Koscalova. Implicamos a las autoridades tradicionales y constatamos una concienciación real de la comunidad sobre los estragos causados por la malaria, sobre todo en los niños. La puesta en marcha de esta actividad ha confirmado que es del todo viable en un contexto como el de Níger y ha resultado ser segura y eficaz.
UNA ESTRATEGIA PREVENTIVA EFICAZ Y COMPLEMENTARIA
La SMC no es un remedio milagroso, afirma Séverine Ramon, responsable adjunta de los programas de MSF en Níger. Es una acción preventiva, que complementa a otras en el marco de las estrategias preventivas y curativas de la malaria. Resulta especialmente beneficiosa en contextos de malnutrición y de anemia generalizada, ya que permite reducir el número de casos complicados en países donde el acceso a la salud es limitado, como en Níger, pero no previene todos los casos de malaria. Es esencial que la población tenga acceso al diagnóstico y al tratamiento precoz con terapias combinadas con artemisinina, que se promueva la distribución y el uso de mosquiteras impregnadas así como el rociado con insecticida. Simultáneamente, también hay que mantener un buen nivel de información sobre la malaria entre las poblaciones expuestas.
Pero uno de los problemas en Níger es la disponibilidad de las pruebas rápidas de diagnóstico (TDR por el inglés). En 2013, la cobertura nacional en materia de TDR era sólo del 44%, lo que es totalmente insuficiente en términos de medios diagnósticos. Esto hace presumir también un mal uso de las TCA, dice Séverine Ramon. Aunque las necesidades en materia de TCA en teoría estaban cubiertas a nivel nacional este año, se han producido rupturas de stock en estructuras sanitarias aisladas o rurales. Esta situación se asocia a los problemas de aprovisionamiento de las zonas periféricas.
MULTIPLICAR EL IMPACTO DE LA SMC COMBATIENDO LA DESNUTRICIÓN
Los equipos de MSF en Níger preparan una segunda campaña masiva de SMC que empezará en julio y beneficiará a 400.000 niños en las mismas regiones que en 2013. Este año, otros actores también aplicarán esta estrategia en otras zonas para combatir la malaria.
Para MSF, esta intervención se completará con la detección y tratamiento sistemáticos de la desnutrición infantil. Cada año, la población de Níger no sólo debe hacer frente a la malaria, sino también a crisis alimentarias puesto que el periodo de lluvias coincide con la época de escasez, cuando las reservas de alimentos de las familias se agotan y los precios de los productos son más elevados en el mercado. La malaria y la desnutrición forman una combinación mortal en los niños menores de 5 años, subraya Séverine Ramon. Tal como hicimos en 2013, aprovechamos esta campaña masiva para detectar y tratar de forma precoz a los niños con desnutrición severa, así como los casos de malaria confirmados. Esto permite multiplicar el impacto de la SMC sobre la salud de los niños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario