Seguramente habrá escuchado hablar sobre la salivación excesiva o hipersalivación, pero no en el caso de los bebés cuando le están saliendo los primeros dientes, ni en el que es común como en las embarazadas, sino que suele darse como una manifestación de alguna de las muchas enfermedades que producen este síntoma. Para ello, el médico Roberto Soza explica y recomienda qué hacer en esta situación.
La salivación. La cantidad excesiva de saliva que producen las glándulas salivales muchas veces se dan por síntomas nerviosos, estrés, enfermedades de las mismas glándulas, amígdalas, sinusitis, párkinson y hasta los casos odontológicos cuando se usa placas.
Situaciones accidentales. La salivación también aparece con dos enfermedades: por un lado, la rabia, porque el primer síntoma de una persona mordida por un animal con rabia es la salivación excesiva y rechazo a tomar agua. Otra, puede ser inflamaciones de la lengua, ya sea que se haya quemado con algún líquido caliente.
Casos especiales. Los jóvenes que consumen droga también producen demasiada saliva; aunque después del efecto de la droga también comienzan a tener sequedad en la boca.
¿Qué hacer?. Primeramente, si es solo por problema de la boca, debe ir al otorrinolaringólogo, pero si la salivación es por otras enfermedades, debe ir a su especialista y contarle dicho síntomas para su tratamiento ya que podría darse por efectos de medicamentos fuertes o por intoxicación (dosis excesiva de algún medicamento).
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