Ante las demoras en el procesamiento de las pruebas de Covid-19 en los laboratorios oficiales, algunas instituciones y particulares han empezado a echar mano de las pruebas rápidas para el diagnóstico de infectados. Sin embargo, la Agencia Estatal de Medicamentos y Tecnología de Salud (Agemed), dependiente del Ministerio de Salud, emitió este martes un instructivo que prohíbe la venta y uso de estos test, basado en una disposición ministerial.
No obstante, entendidos en salud piden abrir al país al uso de esta técnica a fin de garantizar un testeo masivo y de grupos con mayor riesgo, partiendo de la premisa de que el diagnóstico oportuno permite un mejor control de la pandemia.
El 5 de mayo, la Agemed emitió la resolución 039/2020, que dispone que "no se podrá distribuir, comercializar, vender y utilizar pruebas rápidas en tanto esté vigente la circular ministerial del 29 de marzo".
La instructiva está dirigida a las empresas farmacéuticas, laboratorios, importadoras, establecimientos de salud públicos, privados y de la seguridad social, además de gobiernos departamentales, municipales y otras instituciones.
La circular ministerial a la que hace referencia la Agemed señala en uno de parágrafos que: "no se recomienda el uso de test rápidos para el diagnóstico del Covid-19, ya que han demostrado una sensibilidad y especificidad extremadamente baja que provoca que la tasa de falsos negativos sea extremadamente alta e inaceptable como herramienta diagnóstica".
El instructivo del Ministerio de Salud también establece que la “herramienta estándar” para el diagnóstico del Covid-19 en Bolivia son las pruebas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés).
El argumento es que estas "tienen la capacidad de detectar un fragmento del material genético del virus, por lo que tiene alta especificidad y sensibilidad, permitiendo detectar la infección, incluso, en sus primeras fases. En tanto que las pruebas rápidas pueden detectar los anticuerpos IGG (inmunoglobulina G) e IGM (inmunoglobulina M), pero la desventaja es que no muestran claramente si en el momento de la prueba, la persona está con la infección porque no hay una respuesta inmunológica elevada desde un inicio, lo que puede dar falsos negativos. Además tiene una baja sensibilidad y especificidad.
En la nueva guía para el manejo del Covid-19, emitida este mes, el Ministerio de Salud ratifica que la prueba PCR es la indicada para el diagnóstico de pacientes de coronavirus, así como la definición de curado.
Sin embargo, la realidad es que los resultados de las pruebas PCR en los laboratorios públicos demoran hasta nueve días, lo que ha dado lugar a quejas de toda índole en torno a que esa lentitud puede incrementar el riesgo de contagio, además de su incidencia en el tratamiento.
Incluso, esto ha ocasionado que algunas instituciones públicas como la Gobernación de Tarija hayan autorizado uso en el diagnóstico de grupos de riesgo, mientras que la Alcaldía cruceña las utilizó en el testeo de sus funcionarios a la espera de la confirmación con pruebas PCR.
En las redes sociales también hay anuncios que ofrecen estas pruebas, en precios que oscilan entre los Bs 250 y Bs 500.
De hecho, la alcaldesa de Santa Cruz de la Sierra, Angélica Sosa, expresó este viernes su deseo de “tener la oportunidad de un testeo masivo” para hacer captación de contactos de infectados y de casos asintomáticos para un mejor control de la enfermedad en la capital cruceña.
Lo que dicen los entendidos
El infectólogo Juan Saavedra, miembro de la Sociedad de Infectología, explicó que existen dos tipos de pruebas rápidas: Las que detectan antígenos y las que detectan anticuerpos. Las primeras, captan parte del virus a través de hisopados de la nariz o de la garganta, “lo que las convierten en una evidencia directa del virus". Estas tienen una sensibilidad del 70%", es decir, de 100 enfermos detectan 70.
En tanto que, las pruebas basada en anticuerpos, captan los anticuerpos que desarrolla el organismo para neutralizar el virus, pero estos recién son detectados siete días después de la infección. La sensibilidad depende de los laboratorios que la producen, aunque se sabe que algunas han alcanzado un 70%.
Ante la necesidad de mejorar el diagnóstico, Saavedra cree necesario que las autoridades evalúen qué empresas están ofreciendo las pruebas, basadas en antígenos, y si cuentan con la autorización de la Agencia de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos. Esta sería, para él, la mejor opción para masificar el diagnóstico de la enfermedad.
Por su parte, el reconocido cardiólogo, Alfredo Romero, indicó que las pruebas rápidas tropezaron, en un inicio, con la dificultad de que tenían una sensibilidad de apenas un 40%, "pero luego se fueron mejorando, alcanzado hasta ahora un 90% de sensibilidad y más del 90% de especificidad (capacidad de identificación del virus)".
“Yo creo que son importantes las pruebas rápidas, pero que sean garantizadas, porque es la base de identificación de toda la población expuesta, es decir, del personal de salud, de funcionarios y personas que están en contacto con gente”, insistió el galeno, al agregar que estas deben repetirse las veces que sea necesario.
Sobre la Ivermectina
La Agemed también emitió una resolución para comunicar que la Ivermectina, si bien cuenta con registro sanitario vigente, es un fármaco indicado como antiparasitario y su venta es bajo receta médica, pero no está autorizada para el uso de infecciones por Covid-19.
“La información que circula en las redes sociales no está sustentada con evidencias científicas de estudios clínicos en humanos concluyentes de la eficacia y seguridad para esta indicación”, dice parte de la circular 038/2020, emitida el 6 de mayo.
Los médicos Saavedra y Romero coinciden en que no hay evidencia científica concluyente que indique que este fármaco sirve como tratamiento del Covid-19.
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