El Síndrome de Lennox-Gastaut consiste en una epilepsia
generalizada del niño, la cual es caracterizada por tres síntomas
destacados:
* Crisis de epilepsia con diferentes manifestaciones: ausencias, crisis tónicas, caídas súbitas atónicas o mioclónicas.
*
Electroencefalograma particular: puntas-ondas lentas, difusas e
intercríticas durante el estado de vigilia, y rápidas durante el sueño.
* Deficiencia o regresión mental y/o motriz relacionada con trastornos de la personalidad.
El conjunto de esos tres signos permiten realizar el diagnóstico del Síndrome de Lennox-Gastaut.
Las
primeras manifestaciones del Síndrome de Lennox-Gastaut aparecen
generalmente entre los dos y siete años de vida. Ese síndrome puede ser
causado por diversas patologías como asfixia perinatal, esclerosis
tuberosa, secuelas de la meningitis, displasia cortical, traumatismos
cráneo-cerebral o también tumores cerebrales. Sin embargo, el origen del
síndrome puede permanecer desconocido.
El Síndrome de
Lennox-Gastaut consiste en uno de los síndromes epilépticos más graves.
La realización de un tratamiento eficaz es delicada porque ese síndrome
es conocido por ser refractario a los medicamentos. Sin embargo, la
aparición de nuevos remedios y las búsquedas científicas acerca del
Síndrome de Lennox-Gastaut incrementan el pronóstico de curación.
Cuando
se encuentra a un niño que padece de ese síndrome, hay que tomar en
cuenta el retraso mental en el acompañamiento. Por lo tanto, el paciente
debe recibir la ayuda de un equipo pluridisciplinario con fin de
realizar un tratamiento globalizado. Por ejemplo, se puede requerir
apoyo médico, psicológico, neuropsicológico y una educación
especializada en ciertos casos para permitir un desarrollo del niño más
próspero.
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