La preparación de un té con la infusión de las hojas de laurel, alivia las enfermedades como el nerviosismo, mareos, el desgano, la debilidad corporal, los problemas de vejiga, dolor de garganta, problemas pulmonares, parasitosis dérmica, reuma artritis, parálisis, dolor de estómago, digestión lenta, stress, es regulador menstrual y alivia la sordera.
A la vez, las hojas de laurel sirven como cataplasma en algunas enfermedades dérmicas o de articulaciones, aplicando en la zona afectada como cataplasma.
El té o infusión se prepara colocando alrededor de 10 gramos de hojas de laurel en un litro de agua, se hace hervir por 3 a 5 minutos, se retira del fuego y se hace entibiar, el mismo preparado para el cataplasma, se puede tomar en 3 a 4 pocillos por día.Para la debilidad de las personas se deja alrededor de 3 hojitas de laurel en agua fría y debe reposar toda la noche, a la mañana siguiente se bebe para ayudar a fortalecer el ánimo de las personas.
Con el avance de la ciencia se logró el aceite de laurel que entibiado se puede colocar en fomentos para aliviar los problemas reumáticos y dolores óseos además de problemas dérmicos como la sarna y otros afines.
Las hojas de laurel contienen cineol y eugenol, que le otorgan sus propiedades carminativas (reducen los gases o alivian la flatulencia) y hepatoprotectoras.
Según la página web www.plantasquecuran.com, también se encuentran diversos ácidos orgánicos, ácidos grasos insaturados, sustancias de acción antioxidante, bactericida y minerales tales como manganeso, calcio, potasio y magnesio. Los ácidos grasos poseen acciones beneficiosas ya que estos contribuyen a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
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