“Yo tenía dolor de estómago y fui a un médico tradicional para que me ayude, porque tengo miedo a los doctores, pero éste me recetó unos medicamentos que casi me hicieron reventar la vesícula. Casi muero”, cuenta Salomé Apaza, una mujer de 58 años que hizo conocer su caso al Viceministerio de Medicina Tradicional.
Debido a que este tipo de casos es frecuente, en dicha cartera de Estado se elabora un anteproyecto de Ley de Medicina Tradicional que prevé sancionar no sólo la mala praxis en este ámbito, sino también la brujería, según informó el viceministro Alberto Camaqui.
La autoridad adelantó que el documento, que se encuentra en revisión en el despacho del ministro de Salud, Juan Carlos Calvimontes, dispone sanciones para quienes incurran en estas prácticas o delitos.
“Estamos previendo que se sancione la brujería porque no puede ser que exista esta clase de personas que se prestan a hacer daño a la gente”, afirmó Camaqui.
Según Roberto Machaca, técnico administrativo de ese viceministerio, “la brujería es una acción que, a través de los conocimientos milenarios y ancestrales, afecta la vida, la salud y la humanidad de otra persona”.
“Pero no sólo la brujería será sancionada, sino también la mala praxis. Ahora los p’ajpakus (charlatanes) ya no podrán trabajar”, complementa.
Se prevé que una vez que se apruebe el texto del proyecto que fue elaborado por expertos del viceministerio, sea remitido a la Asamblea Legislativa para que se apruebe antes de fin de año.
Detalle
De acuerdo con Camaqui, el artículo 31 de la propuesta de ley señala que “la mala praxis en medicina tradicional será sancionada. El tipo de sanción será establecido a través de la reglamentación”.
La autoridad precisa que la mala praxis en medicina tradicional significa “empeorar e incluso causar la muerte de una persona en vez de curarla”.
Salomé Apaza aguarda con expectativa la norma. Dice que una vez que sea aprobada, demandará al médico tradicional que la trató y que casi le provoca la muerte.
Según Machaca, en los últimos meses esta instancia recibió cuatro denuncias sobre presunta negligencia en medicina tradicional, pero como no se dispone de una norma no se pudo iniciar procesos.
Camaqui y Machaca coincidieron, por separado, que además de reglamentar sanciones, la norma ayudará a respaldar el trabajo de los médicos tradicionales, que en el país suman aproximadamente 2.000.
Asimismo, permitirá controlar medicamentos que se expenden sin registro sanitario, bajo el rótulo de medicina tradicional. “En el país abundan medicamentos del exterior, especialmente de Perú”, dijo Machaca.
Hospitales con especialidad
Según Camaqui, en el país hay diez hospitales que prestan el servicio de medicina tradicional. “En su mayoría son de primer nivel y están en el área rural, de La Paz, Chuquisaca y Oruro, pero hay uno de tercer nivel en Potosí”, afirmó.
En estos nosocomios los médicos tradicionales cuentan con ítems y “curan” el susto, la maldición, la envidia, el mal del rayo y otras “enfermedades espirituales”.
El año pasado, Camaqui informó a Página Siete que en el futuro estos servicios estarán incluidos en las prestaciones del Seguro Universal de Salud (SUS) que el Gobierno espera poner en marcha en los siguientes meses.
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