En una lista de los países más fumadores del Continente, Bolivia ocupa en el segundo lugar, después de Chile que se encuentra primero, según un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS)
Chile, el país con más fumadores de toda América, trata de avanzar en la reducción del tabaquismo y, aunque los efectos aún son moderados, se espera que una ley aprobada en 2013 y otras medidas empiecen a dar resultados en los próximos años.
Según un informe difundido recientemente, el 41 por ciento de la población adulta y el 35 por ciento de los jóvenes fuman en Chile, donde más de 40 personas mueren cada día por enfermedades asociadas al consumo de tabaco.
Chile supera en este ránking a todos los países del continente, donde el promedio de fumadores alcanza el 22 por ciento , y las naciones que más se le acercan son Bolivia (30 por ciento ), Uruguay (25 por ciento ) y Argentina (23 por ciento).
El doctor Roberto Del Águila, experto en epidemiología de la OPS, señala en una entrevista a Efe que a corto plazo es difícil que se reduzcan las cifras de fumadores en Chile y apunta que los principales esfuerzos deben dirigirse a la prevención.
"Las cifras aún no van a bajar por una razón muy simple: los que están fumando probablemente van a seguir fumando. Lo que se está queriendo evitar es que los jóvenes empiecen a fumar", explica Del Águila.
En su opinión, los primeros avances podrían verse a partir de 2015, debido a los efectos de la ley del Tabaco que entró en vigor en marzo de 2013.
"Chile cumple recién un año con la nueva legislación, la primera era muy ligera, por lo tanto se espera que ahora haya una disminución", dice el doctor.
La nueva legislación endureció las restricciones al tabaco y prohibió fumar en espacios cerrados de acceso público, como bares, restaurantes, casinos y discotecas.
Desde el Gobierno, el subsecretario de Salud Pública, Jorge Díaz, considera que Chile vive "una realidad distinta" a lo que muestra el informe de la OPS, cuyo trabajo de campo se realizó en 2011.
"Este informe nos mostraba una cruel realidad que ya conocíamos (...) por lo que hicimos un tremendo esfuerzo por aprobar la ley", señala Díaz en una entrevista a Efe.
Para el subsecretario, la ley del tabaco llegó "en el momento correcto" y dio un empujón a un cambio cultural que se suscitó en Chile en relación al consumo de cigarrillos.
"La ley ha hecho un aporte para crear conciencia respecto del daño que hace el humo de segunda mano y se ha ido cambiando la idea en los jóvenes de que el cigarro representaba la imagen de la libertad, del joven crítico de la sociedad", asegura Díaz.
No obstante, reconoce que aún falta avanzar en el proceso de facilitación para que las personas que fuman dejen este hábito.
"Es el trabajo más largo, más difícil y con menos resultados. Está claramente demostrado que el tratamiento de adicción a la nicotina tiene un fracaso altísimo, sobre el 80 por ciento ", explica el subsecretario de Salud Pública.
En cuanto a las perspectivas de mejora en los índices de tabaquismo, Díaz precisa que el plan de las autoridades de salud aspira a conseguir una reducción de cinco puntos en el año 2020.
Más halagüeñas son las proyecciones del doctor Del Águila, de la OPS, quien sostiene que en Chile el porcentaje de fumadores debería reducirse al 38 por ciento en 2015 y al 30 por ciento en 2018.
Para que estas cifras sean una realidad, Lidia Amarales, portavoz de la ONG Chile Libre de Tabaco, considera que existen aún dos temas pendientes: una mayor fiscalización del cumplimiento de la ley y un alza del impuesto al tabaco.
Si bien Chile tiene el impuesto más alto de la región, del 62,3 por ciento, Amarales cree que el precio del tabaco no ha subido suficientemente.
"El Gobierno actual dijo que iba a haber un aumento del 10 por ciento en el impuesto al tabaco para financiar la reconstrucción del terremoto de 2010, pero ese aumento fue de solo el 3 por ciento ", apunta Amarales, que fue subsecretaria de Salud en el primer Gobierno de Michelle Bachelet (2006-2010).
Otro tema pendiente, en opinión del Ejecutivo, Amarales y la OPS, es lograr la prohibición de aditivos como el mentol en los cigarrillos.
"Como Ministerio de Salud estamos convencidos de que el uso de aditivos como el mentol no solamente genera mayor adicción, sino que favorece el daño que genera la nicotina al aumentar la inhalación", sostuvo el subsecretario de Salud, Jorge Díaz.
Este tema, sin embargo, fue rechazado por la Contraloría General de la República, que consideró que no existen pruebas suficientes para demostrar que el mentol causa un daño directo a los fumadores.
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