En Bolivia nacen cerca de 2.500 a 3.000 niños con enfermedades cardíacas, muchas de los cuales no son detectadas a tiempo, porque no tienen sintomatología y en otros casos por falta de especialistas en cardiología infantil. Existen dos formas para su tratamiento: el terapéutico y el quirúrgico.
Usualmente los seguros de salud pública no cuentan con un especialista en cardiología infantil y los padres recurren a consulta externa para que su niño se someta a un tratamiento de este tipo, que implica un costo elevado que en ocasiones no es fácil cubrir, especialmente en el caso de personas de escasos recursos.
Femenina quiso conocer la frecuencia con la que se presentan los problemas del corazón en la infancia, conocer las causas, cuáles son sus síntomas principales, los tratamientos utilizados y los cuidados que se requieren luego de una cirugía.
CAUSAS
Las principales causas de problemas cardíacos en la niñez son las enfermedades congénitas, que son producto de la etapa gestacional y que se prolongan hasta la adolescencia. La gravedad de los mismos es un desafío para los especialistas y cirujanos que trabajan en su corrección.
“La cardiopatía congénita es toda alteración en el desarrollo estructural de la forma del corazón y de los vasos que alteran su funcionamiento. Esto sucede cuando el bebé está en formación en el vientre materno, sus causas son diversas como en el síndrome de Down la alteración en el cromosoma 21”, afirmó el cardiólogo del Instituto Nacional del Tórax, Giovani Inchauste.
En otros casos -mencionó el especialista- que puede ser debido a una combinación de factores como la herencia y el medio ambiente (ejemplo el contagio de la rubeola) durante el primer trimestre del embarazo, cuyo resultado es una enfermedad congénita, que sumada a la altura en la que vivimos al parecer se acentúa el problema.
“Uno de los problemas más frecuentes es el ductos arterioso. Es un conducto que tenemos de nacimiento, su función es para la circulación fetal y, a las pocas semanas de nacido el niño, se cierra solo gracias a la presión del oxígeno. Es una patología frecuente en La Paz y sencilla de resolver cuando se la detecta a tiempo”, recordó Inchauste.
SÍNTOMAS
El cardiólogo recordó que son los pediatras los primeros en dar el signo de alarma a los padres para que sean derivados a cardiología y que en muchos seguros sociales no existe esta especialidad como tal.
“Una de las herramientas utilizadas para el diagnóstico fuera del examen físico, es cuando el niño presenta una coloración azulada, cansancio, no se desarrolla en forma adecuada en peso y talla. Por lo general los soplos son muy frecuentes a esta edad, pero no significan mayor problema”, aseveró Inchauste.
Hace seis meses que llegó a La Paz una cirujana especializada en problemas de cardiología pediátrica que podrá solucionar problemas congénitos del corazón para muchos niños que estaban en lista de espera por los costos elevado que implica una cirugía de este tipo.
“En el Instituto Nacional del Tórax se realizan ecocardiografías, radiografías y electrocardiogramas para el estudio en adultos y niños con sospecha de problemas cardiacos. Antes se pensaba que uno de cada mil niños tenía una cardiopatía congénita y muchos debían esperar a que una fundación los postule para una cirugía en el extranjero” recordó el cardiólogo.
TRATAMIENTOS
El tratamiento de los soplos cardíacos, que son frecuentes en los primeros años de vida del niño, tienen su significado y gravedad dependiendo de cada caso y pueden presentarse en menores con un corazón aparentemente sano. Existen dos tipos de soplos: uno funcional y otro orgánico.
“El soplo cardiaco es un ruido producido por la turbulencia de la sangre al pasar por el corazón y arterias. El funcional que es producido por una turbulencia sanguínea no asociada a anomalías cardíacas. A diferencia del orgánico que es causado por alguna anomalía estructural de las paredes, vasos o válvulas del corazón”, dijo el especialista.
El cardiólogo expresó que existen dos claves para solucionar los problemas cardíacos infantiles: el primero, un diagnóstico con imágenes oportuno y la cirugía correctiva en los casos más graves, cuando la operación debe ser inmediata.
“En las enfermedades congénitas si bien todo tratamiento viene acompañado de medicamentos, existen otras alternativas de solución como el catéter que puede cerrar el defecto en el tabique interauricular o el ductus sin necesidad de abrir el corazón, pero que requiere de dispositivos que muchas veces igualan el monto de una cirugía”, recordó Inchauste.
El cardiólogo aseguró que muchas veces cuando el niño tiene una enfermedad congénita del corazón se puede esperar un tiempo para ver la evolución del caso antes de someter a tratamiento quirúrgico. Cuando el niño tenga por lo menos dos años y pese 12 kilos de peso cuando el problema no es muy grave.
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