Estudios realizados afirman que entre el 70 y 80 por ciento de la población del país es portadora de la bacteria helicobacter pylori, como principal causa de la gastritis, seguida del consumo de antiinflamatorios, mala alimentación y el consumo excesivo de alcohol que acentúan la inflamación gástrica.
En el caso de los niños menores de 5 años que tienen dolor estomacal, estómago suelto recurrente. Lamentablemente son mal diagnosticados con salmonelosis en periodos repetitivos sin considerar que pueda deberse a una gastritis, patología que debería ser detectada por el pediatra y tratada por el gastroenterólogo.
“La gastritis es la inflamación de la mucosa interior del estómago que puede producir dolor abdominal y mucho malestar. Tiene múltiples causas entre las principales están la bacteria helicobacter pylori, el consumo de antiinflamatorios, alimentos irritantes y el exceso consumo de alcohol”, explicó el gastroenterólogo Carlos Ascarrunz de Unimed.
CAUSAS
La principal causa de la gastritis es la bacteria helicobacter pylori que es adquirida por la ingesta de alimentos contaminados, uno de los pocos microorganismos capaces de soportar el medio ácido y que se mete por debajo de la mucosa gástrica y vive provocando inflamación crónica en el paciente.
Le siguen muy de cerca los antiinflamatorios, entre los más comunes están: la aspirina, diclofenaco, indometacina y el ibuprofeno en sus diferentes presentaciones los cuales son muy utilizados para calmar el dolor de cabeza, del cuerpo, articulaciones y golpes, que dañan la mucosa del estómago.
Del mismo modo, los alimentos irritantes contribuyen a esta inflamación, en especial lo ácido y picante, por este motivo se aconseja no consumir comida demasiado picante o caliente, alcohol en exceso y gaseosas, porque aumentan el ph de la mucosa gástrica.
“Entre estos alimentos están los ahogados, tomate, cebolla, ají, ajo y locoto. Además del café y los cítricos, las harinas como pastas, pan, fideo, pizza, chocolate en exceso, el consumo de alcohol y cigarrillo que aumentan toda los síntomas provocados por ese microorganismo en el estómago”, afirmó Ascarrunz.
SÍNTOMAS
El gastroenterólogo afirmó que los principales síntomas son: ardor, náuseas, hinchazón, flatulencias, acidez, dolor de estómago, digestiones pesadas, estómago suelto recurrente, mal aliento, dolor de cabeza y, ocasionalmente, sangrado.
“Hay varias formas de diagnóstico, pero si se quiere ver la inflamación producida se aconseja la endoscopia alta, porque permite ver directamente la mucosa y tomar una muestra para detectar la presencia de la bacteria. Otro método efectivo es el test del aliento utilizado en niños, mujeres embarazadas, personas de la tercera edad y para control luego de un tratamiento”, aseguró Ascarrunz.
El test del aliento consiste en que la persona en ayunas sople una bolsa que tiene carbono 13, luego se le conecta a una máquina que le proporciona un sustrato como alimento a la bacteria, se espera media hora y se vuelve a soplar de tal forma que el equipo compara ambas muestras y se produce la reacción química para detectar la presencia del microorganismo.
TRATAMIENTO
El tratamiento para combatir dicha bacteria es con una combinación de tres antibióticos más un omeprazol por el lapso de 15 días, que logra erradicar entre un 80 a 85 por ciento del problema. Pero existe un margen de falla, por esta razón se realiza controles periódicos durante el proceso de recuperación.
“Las gastritis son aguda, agresiva, crónica, atrófica, etc. son diferentes fases de la misma enfermedad. En un principio la patología causa dolor e inflamación, ya que el cuerpo comienza a tolerar, pero pasado un tiempo produce ulceras y sumada a la predisposición genética podría desencadenar en un linfoma gástrico o cáncer”, recalcó Ascarrunz.
PREVENCIÓN
El especialista recomendó no consumir alimentos en la calle, donde no se conoce si la manipulación de los mismos fue adecuada. Evitar la comida picante o muy caliente, el consumo excesivo de alcohol y gaseosas. Se debe consumir tres alimentos al día para tener un aporte energético apropiado, desayuno abundante, almuerzo moderado y cena reducida.
“El alcohol irrita la mucosa del estómago esto afecta en mayor o menor medida algunas personas, que sumada a la presencia de la bacteria puede provocar mucho dolor, nauseas, vómitos y cefalea como el famoso chaqui”, finalizó el especialista.
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