Ante la emergencia internacional por el virus del Zika, transmitido por el mosquito Aedes aegypti, la Organización Mundial de la Salud (OMS) actualizó hace poco su lista de los principales vectores del mundo y las enfermedades que transmiten.
Se trata de ocho organismos vivos que pueden transmitir enfermedades infecciosas entre personas, o de animales a personas. Muchos de esos vectores son insectos hematófagos que ingieren los microorganismos patógenos junto con la sangre de un portador infectado (persona o animal), y posteriormente los inoculan a un nuevo portador al ingerir su sangre.
Los mosquitos son los vectores de enfermedades mejor conocidos. Garrapatas, moscas, flebótomos, pulgas, triatominos y algunos caracoles de agua dulce también son vectores de enfermedades.
En Cochabamba se ha reportado la existencia de al menos cinco de estos vectores: mosquitos como el Aedes y Anopheles, flebótomos, triatominos, garrapatas y pulgas.
A continuación una explicación detallada de cada uno de estos organismos y por qué hay que temerles:
1. Mosquitos
Los mosquitos son los vectores de enfermedades más conocidos. El Aedes, el Anopheles y Culex son las tres especies que transmiten virus que afectan a los humanos a través de sus picaduras.
El Aedes, cuyo nombre se ha hecho muy conocido últimamente por la epidemia del virus del Zika, es causante también del dengue, fiebre del Valle del Rift, fiebre amarilla y chikungunya. Este mosquito habita algunas regiones de Bolivia, concretamente en oriente y últimamente en los valles de Cochabamba.
El mosquito Anopheles es otro vector peligroso. Transmite el paludismo o malaria, un mal presente en Bolivia y también en Cochabamba donde el Ministerio de Salud había detectado, para el 2012, 22 casos.
El paludismo es una infección en los glóbulos rojos que produce una lesión cardiaca. De no ser tratada a tiempo, afecta la funcionalidad fisiológica del corazón hasta generar un paro cardiaco.
El Culex es el mosquito transmisor de tres enfermedades: encefalitis japonesa, filariasis linfática y fiebre del Nilo Occidental. Está presente en los departamentos de Santa Cruz, Beni y Cochabamba, aunque no se han reportado casos de infecciones.
2. Flebótomos
Los flebótomos son insectos dípteros nematóceros y la picadura de las hembras es el medio de transmisión de la leishmaniasis.
Un estudio realizado hace poco por investigadores de la organización ISGlobal, en colaboración con investigadores de Bolivia, reveló la presencia de flebótomos dentro y alrededor de domicilios en zonas urbanas del trópico de Cochabamba. Según el estudio, esto estaría relacionado con el incremento, en la última década, de leishmaniasis cutánea en la región donde se ha ampliado el rango de edad de la población afectada y ha aumentado el número de mujeres infectadas.
En Bolivia, donde la leishmaniasis cutánea es la forma más frecuente de la enfermedad, hay 86 especies de flebótomos de las cuales seis son vectores del mal.
La leishmaniasis cutánea afecta la piel y las membranas mucosas. Las llagas en la piel por lo regular comienzan en el sitio de la picadura del flebótomo. En unas pocas personas, las llagas se pueden desarrollar en las membranas mucosas.
3. Triatominos
Los triatominos (Triatominae) son una subfamilia de insectos perteneciente a la familia Reduviidae del orden Hemiptera, conocidos a través de diversos nombres en diferentes regiones. En Bolivia existe su especie más peligrosa, la vinchuca (Triatoma infestans) que transmite la enfermedad de Chagas (tripanosomiasis americana) que puede ser mortal y está causada por el parásito protozoo Trypanosoma cruzi.
Su transmisión al ser humano se produce principalmente a través de las heces de triatominos (vinchuca). Las personas infectadas pueden transmitir la enfermedad mediante la donación de sangre u órganos, y las madres infectadas pueden transmitirla al niño durante el embarazo y el parto.
Se estima que en todo el mundo hay unos 7 u 8 millones de personas infectadas, principalmente en América Latina, donde la enfermedad de Chagas es endémica. El mal se ha propagado a otros países por medio de transfusiones o donaciones de órganos de personas migrantes.
Según datos oficiales, el Servicio Departamental de Salud (Sedes) de Santa Cruz, Joaquín Monasterios, informó que en Bolivia unos 2 millones de personas viven actualmente con chagas.
4. Garrapatas
Las garrapatas son muy conocidas en nuestro medio, pero poco se sabe de las enfermedades que transmiten. Según la OSM, provocan: la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, la enfermedad de Lyme, la fiebre recurrente (borreliosis), ricketsiosis (fiebre maculosa y fiebre Q), encefalitis transmitida por garrapatas y tularemia.
La enfermedad de Lym, la más conocida de esas afecciones, es provocada por la bacteria Borrelia que se transmite por la picadura de garrapatas de ciervos (de la especie Ixodes). Es prevalente en zonas rurales de Asia, Europa noroccidental, central y oriental, y en los Estados Unidos de América. Actualmente, es la enfermedad transmitida por garrapatas más común en el hemisferio norte.
En Cochabamba se detectaron garrapatas con el virus que causa ricketsiosis, pero no se hallaron casos de enfermedad. De acuerdo con un estudio del Instituto Nacional de Salud de Colombia, se logró detectar el virus R. parkeri en garrapatas A. tigrinum recolectadas de caninos domésticos, al igual que en una muestra de sangre tomada de estos animales.
5. Pulgas
Las pulgas son también transmisoras de enfermedades, entre las más conocidas la rickettsiosis (similar a la que producen las garrapatas) y peste (transmitidas por pulgas de las ratas al ser humano).
En Bolivia se han reportado casos de peste. Esta enfermedad es una zoonosis bacteriana provocada por la bacteria Yersinia pestis. Se transmite del animal al ser humano por la picadura de las pulgas infectadas, por contacto directo, por inhalación y, más raramente, por ingestión de materiales infecciosos.
La peste puede ser una enfermedad muy grave para el ser humano, con una tasa de letalidad que oscila entre el 30 y el 60 por ciento, si no se trata. En 2013, según la OMS, se declararon 783 casos en todo el mundo, incluidas 126 defunciones.
A lo largo de la historia, la peste ha provocado grandes pandemias con una elevada mortalidad.
Las personas infectadas suelen presentar síntomas similares a los de la gripe, tras un periodo de incubación de tres a siete días. Los síntomas típicos son la aparición súbita de fiebre, escalofríos, dolor de cabeza y malestar general, debilidad, vómitos y náuseas.
6. Mosca tsetsé
La mosca tsetsé es causante de la tripanosomiasis africana humana, también llamada enfermedad del sueño. Los parásitos que la causan son protozoos pertenecientes al género Trypanosoma.
Se transmiten al ser humano por la picadura de la mosca tsetsé (del género Glossina) infectada por otras personas o animales que albergan parásitos patógenos humanos.
La mosca tsetsé se encuentra únicamente en el África subsahariana, pero sólo ciertas especies transmiten la enfermedad; por razones que hasta la fecha no se han explicado, este insecto vive en muchas regiones donde no ocurre la enfermedad del sueño.
Las personas que están más expuestas al contacto con la mosca tsetsé, y por consiguiente a contraer la enfermedad, son los habitantes de zonas rurales que se dedican a la agricultura, la pesca, la ganadería o la caza. La enfermedad puede aparecer en zonas que van desde una sola aldea hasta toda un región.
En la primera etapa, la infección produce fiebre, cefaleas, dolores articulares y prurito. En la segunda etapa, los parásitos infectan el sistema nervioso central y aparecen cambios de comportamiento, confusión, trastornos sensoriales, falta de coordinación y trastornos del ciclo del sueño, que le dan el nombre a la enfermedad.
7. Moscas negras
Las llamadas moscas negras del género Simulium son vectores de la oncocercosis o "ceguera de los ríos” causada por el parásito Onchocerca volvulus, un gusano.
La transmisión al ser humano se hace por exposición repetida a picaduras de las moscas negras infectadas. Entre sus síntomas se encuentran prurito intenso, afecciones cutáneas desfigurantes y discapacidad visual, que puede llegar a la ceguera permanente.
Más del 99 por ciento de las personas infectadas vive en el África subsahariana; también existen algunos focos de la enfermedad en América Latina y el Yemen.
En septiembre de 2014, el Ecuador se convirtió en el segundo país del mundo, después de Colombia, que ha sido declarado libre de oncocercosis, después de haber aplicado con éxito, durante decenios, las actividades de eliminación de la enfermedad. En Bolivia no se conocen casos.
No existe ninguna vacuna o medicamento para prevenir la infección por O. volvulus. Entre 1974 y 2002, se logró controlar la oncocercosis en África Occidental principalmente mediante la fumigación de insecticidas contra las larvas de la mosca negra.
8. Caracoles acuáticos
Los caracoles acuáticos, a la vista nada peligrosos, son transmisores de la esquistosomiasis (bilharziasis), una enfermedad parasitaria crónica causada por duelas sanguíneas (gusanos trematodos) y no conocida en el país.
Las personas resultan infectadas cuando las formas larvarias del parásito, liberado por caracoles de agua dulce, penetran en la piel que entra en contacto con agua infestada.
En el organismo, las larvas se desarrollan hasta convertirse en esquistosomas adultos. Los gusanos adultos viven en los vasos sanguíneos, en los que las hembras depositan sus huevos. Algunos de los huevos salen del cuerpo con las heces o la orina para continuar el ciclo vital del parásito. Otros quedan atrapados en los tejidos y provocan una reacción del sistema inmunitario y daños progresivos a los órganos y los vasos sanguíneos.
La enfermedad es prevalente en 78 países de zonas tropicales y subtropicales, mayoritariamente de África. Las personas están en riesgo de infección debido a actividades agrícolas, domésticas y recreativas que las exponen al contacto con agua infestada.
Los síntomas de la esquistosomiasis se deben a la reacción del organismo ante los huevos de los gusanos, y no por los huevos en sí mismos.
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