lunes, 12 de junio de 2017
Cómo evitar los atracones por ansiedad
La ansiedad entra en juego en situaciones de estrés, tristeza o aburrimiento, en las que se puede caer en la tentación de llevarse algo a la boca, aunque solo hayan pasado un par de horas desde la última comida. Y definitivamente a muchas nos sucede que cuando estamos muy estresadas o tenemos problemas relacionados con el amor, comenzamos a comer descontroladamente, pues te contamos que existe un culpable y es el cortisol, una hormona que el cuerpo genera en momentos de estrés y que tiene un efecto no muy positivo: aumenta el apetito.
Pero como con todo hay maneras de encontrar una solución. Romina Stoppani, directora de Nutrición Simple, le explica a Infobae que el primer paso es diferenciar el hambre real del hambre emocional y para lograr esto, la experta sugiere registrar los momentos de debilidad:
“Puedes llevar una agenda donde anotes cuándo surge la ansiedad y la necesidad de comer por hambre emocional. Saberlo te hará ser más consciente del problema y te ayudará a controlarlo”, sostuvo la especialista.
5 TIPS PARA EVITARLOS
Laura Rojas, experta de la plataforma online Yoelijocuidarme le dio a la revista Cosmopolitan las claves para acabar con esta situación:
TIP 1: Pásate a las infusiones. Reduce los excitantes como el café o el té que lo único que hacen es agravar el problema y generar más ansiedad. En cambio, tomar infusiones sin cafeína o teína (como por ejemplo el rooibos) te ayudarán a relajarte, ya que esta planta es rica en magnesio, un mineral esencial para el sistema nervioso que contribuye a la relajación muscular.
TIP 2: Sírvete en el plato. Nada de ir picando un poco de aquí y un poco de allá. Tienes que tomar consciencia de lo que comes, así que coge un plato y sírvete aquello que vas a comer. Si verdaderamente visualizáramos todo lo que podemos llegar a comer cuando perdemos el control nos sorprendería e incluso nos horrorizaríamos de la cantidad de calorías vacías que ingerimos. Así que, en los momentos de debilidad, coge una pieza de fruta, lávala, córtala en trocitos y póntela en el plato.
TIP 3: Fuera tentaciones. Tener la nevera y la despensa repleta de alimentos poco saludables (galletas, snacks, chocolate, golosinas…) no ayuda nada. El primer paso para evitarlo es hacer una lista de compras que incluya tentempiés sanos: piezas de fruta, hortalizas, yogures, frutos secos o tortitas de arroz integral son buenas opciones. El segundo es ir a la compra sin hambre, con la lista que has hecho previamente en casa y evitar los “alimentos consuelo”, aquellos que inhiben el estrés de forma momentánea y que solo nos aportan cantidades desorbitadas de azúcar y grasa.
TIP 4: Planifica tus comidas. Dejar lo que vas a comer en manos de la improvisación no es una buena idea. Tener una buena planificación evitará el descontrol en tu alimentación. Un menú semanal que incluya alimentos de temporada y potencie el consumo de legumbres, cereales integrales y pescado hará que sea más fácil tener controlado lo que debes comer.
TIP 5: Slow food. Comer no es solo cumplir con la necesidad de alimentarse. Comer debe ser un momento de disfrute, una pausa entre las obligaciones, un punto de receso y encuentro con uno mismo. Esto se conoce como “slow food”. ¿Cómo conseguirlo? Comiendo despacio, masticando lentamente y saboreando los alimentos. Comer sin prisas alejada de las distracciones (televisión, ordenador, tablet y, por supuesto, móvil) es fundamental para seguir una alimentación equilibrada y ser conscientes de lo que estamos ingiriendo.
Estudios recientes afirman que no basta solo con pensar en lo que comemos, sino que también hay que mirar lo que comemos.
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