sábado, 8 de septiembre de 2018
Síndrome diarreico del anciano
La diarrea es un problema de salud a menudo referido por el paciente anciano. Se define como incremento en la frecuencia, fluidez o volumen de las heces, en comparación con el hábito usual del sujeto, en general, más de tres movimientos intestinales al día o un volumen fecal que supera los 300 gramos diarios.
La diarrea es aguda cuando dura menos de dos semanas y crónica entre tres y seis semanas.
En el anciano, el síndrome diarreico suele ser una enfermedad común y de etiología diferente. Las consecuencias que producen la deshidratación y pérdida de electrolitos pueden ser graves, así como su repercusión en el estado nutricional del paciente.
El envejecimiento es causa de deterioro en la respuesta del sistema inmune humoral y celular, lo que contribuye a un incremento de las infecciones entéricas, especialmente a las de origen nosocomial. La hipoclorhidria gástrica asociada a la edad y favorecida por tratamientos antiácidos incrementa la colonización bacteriana del tracto digestivo.
El estreñimiento pertinaz o cualquier causa de enlentecimiento de la motilidad intestinal como diabetes, isquemia intestinal o tratamientos farmacológicos favorecen también el sobrecrecimiento bacteriano y el desarrollo de diarrea infecciosa.
Los tratamientos antimicrobianos lesivos para la flora intestinal son causa muy importante de síndrome diarreico en el paciente mayor.
Además, con la edad se producen alteraciones en los mecanismos de absorción y secreción intestinal, dando lugar a una menor capacidad de reabsorción de fluidos. Múltiples fármacos incrementan la secreción de agua y electrolitos en el intestino delgado.
La pérdida de volumen circulante tiene consecuencias severas, produciéndose mayor hipoperfusión de órganos vitales y originando deterioro de la función renal y cardiaca, así como del estado mental. La diarrea puede ser clasificada en grupos en función de su mecanismo fisiopatológico. El tratamiento debe ser guiado por un médico.
Fuente: Teresa Pareja Sierra, María Paz Jiménez Jiménez y Raquel Chaves López
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