Afecta a más de la mitad de todas las mujeres en algún momento de su vida adulta. La cervicitis, ese mal que a muchas le ha jugado una mala pasada y pese a que es muy común entre la población femenina, no siempre quienes la padecen sospechan los riesgos que puede acarrear a su organismo.
Esta enfermedad, conocida también como inflamación cervical, es una irritación del cérvix o cuello uterino, que es la porción inferior y estrecha del útero y desemboca en la vagina.
Factores de riesgo. La cervicitis es muy común y suele confundirse con vaginitis, según la explicación del ginecólogo Luis Roldán. "Ciertos comportamientos como tener relaciones a temprana edad, o con múltiples parejas, aumentan el riesgo de padecerla", añade.
Si no es tratada a tiempo puede ocasionar infertilidad, daños en los órganos internos y en mujeres embarazadas puede ocasionar complicaciones e infecciones en el recién nacido.
Más causas. El especialista enumera a las infecciones (por virus o bacterias), como la causa más común de la cervicitis. "Normalmente las infecciones se transmiten por contacto sexual (por ejemplo: chlamydia, herpes, gonorrea o verrugas genitales)".
También pueden provocar cervicitis las alteraciones de origen traumático, los manejos inadecuados durante la realización de interrupciones de embarazo y regulaciones menstruales, así como los desgarros o roturas de los epitelios del cuello uterino que suelen ocurrir en el momento del parto.
Para identificarla. En ocasiones, este mal no presenta ningún síntoma, solo se detectará cuando el médico le realiza un examen físico que incluya un examen de la pelvis tomando muestras de las células del cuello del útero.
Sin embargo, hay ciertos síntomas que son parte de la cervicitis, así lo explica el ginecólogo. "Puede haber secreción o flujo vaginal anormal, con o sin olor, de color gris, blanco o amarillo. También dolor pélvico (parte baja del abdomen), en especial durante la relación sexual, sangrado o puntos de sangre de la vagina entre los periodos menstruales o después de la relación sexual, dolor de espalda y problemas urinarios", añade.
Buscar ayuda. Es importante ante una sintomatología determinada de este mal se acuda al médico de inmediato, "para enfocar un diagnóstico inicial dirigido a mejorar rápidamente los síntomas mediante tratamiento sistémico con antibióticos y orientaciones adecuadas en la esfera de la higiene genital", dice Roldán.
Cabe recordar que en esta etapa es preciso realizar abstinencia sexual. Luego de eliminar la causa que provocó la dolencia y concluir la recuperación, la pareja debe conocer qué originó este proceso infeccioso para evitar que se repita.
Es mejor actuar a tiempo
La cervicitis es una enfermedad curable y, sobre todo, prevenible. La mejor manera de enfrentarla es evitando la infección, es decir: mantener una sexualidad responsable y usar el preservativo como método de elección.
"No solo las mujeres padecen las consecuencias de esta dolencia, sino también los hombres, pues cuando estos se contagian suelen presentar síntomas tales como: uretritis, cistitis, molestia y sangramiento en el momento de eyacular y orinar, dolor en los testículos, inflamación de los conductos por los que circula el semen y alteraciones a nivel de la glándula testicular", según la explicación del ginecólogo Luis Roldán.
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