Otra de las infecciones sexuales es la vulvovaginitis tricomoniásica, que generalmente se presenta en una condición inflamatoria moderada o leve de la vulva, vagina y cérvix. Todas estas infecciones asociamos con el contacto sexual, sin embargo, en esta pueden presentarse casos en niñas y en mujeres sexualmente no activas.
También podemos mencionar que se encuentran casos con infecciones mixtas trichomonas, cándidas y gonorrea. Su agente causal es la Trichomona Vaginalis, un germen protozoario flagelado.
En los más de los casos su infección es por contacto sexual. Es bueno recordar la importancia que se tiene en relación a la visita médica oportuna. Se manifiestan los síntomas por presencia de flujo profuso, fino, verdusco, espumoso y de olor desagradable, también se presenta escozor, dolor y ardor vulvar, en algunos casos más severos se presenta hemorragia petequial puntiforme en el cérvix.
Para confirmar el diagnóstico es necesario siempre recurrir a exámenes auxiliares como es el laboratorio e iniciar el tratamiento adecuado de acuerdo a prescripción médica, siempre recomendar que debe hacer el tratamiento completo, en lo posible recibir el tratamiento en pareja para evitar reincidencias, en las mujeres embarazadas evitar el tratamiento en el primer trimestre de gestación.
Dentro de las recomendaciones siempre indicaremos evitar las relaciones sexuales en el momento de la infección, en caso necesario utilizar siempre un preservativo o condón.
Los aspectos de higiene son importantes posterior a una relación sexual, el cuidado de los genitales es importante con una higiene rigurosa, lavado de la ropa interior en forma adecuada y por separado de la ropa de los niños.
Es muy necesario el control post tratamiento para estar más tranquila y gozar de mejor salud.
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