El herpes labial es un virus que se transmite y luego del contagio no tiene cura definitiva. Su forma de manifestarse son las ampollas que aparecen en los labios inferior o superior. Esta enfermedad va encadenado por el exceso de calor, frío, estrés y la mala alimentación ya sea en niños, jóvenes o adultos. Por lo tanto, para no sufrir toda una vida con este virus que se queda en los ganglios del organismo, la dermatóloga, Sonia Serpéntegui, enseña cómo prevenir el contagio de la misma.
Tratamiento. El herpes de labios puede desaparecer temporalmente con cremas, tabletas y gel que son recetados por el dermatólogo. Aunque luego de un exitoso tratamiento, el paciente puede prevenir su brote, cuando el portador del virus siente picazón o ardor, lo primero que debe hacer es poner hielo en la zona para congelar el brote e ir a su dermatólogo.
1. Sin besos. El enfermo con herpes labial no debe saludar con besos en las mejillas y menos dar besos en la boca a su pareja porque de seguro será contagiada. Eso mientras el virus está visible en sus labios, porque no pasa nada, si el paciente es solo un portador (virus sin manifestarse).
2. En la cocina. El contagiado debe tener su propio plato, vaso, cubiertos y todo utensilios que use, para no contagiar a toda la familia.
3. Habitación. Dormir solo o por lo menos retirado en caso que tenga pareja, pero sobre todo tener su propias fundas de almohadas y lavar separadamente a la del resto de la familia.
4 . Baño. No colocar su cepillo de dientes en el mismo lugar donde guardan las demás personas de la casa.
5. Toallas. Tratar de usar toallas desechables para el secado de su rostro o sino tener una separada de los demás.
6. Alimentos. Prohibido compartir algún alimento (fruta, refrescos de botellas personales) que ya antes hayan tenido contacto con los labios de la persona contagiada.
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