La bronquitis consiste en la inflamación de los bronquios, es decir del recubrimiento de los mismos, los cuales conectan la tráquea con los pulmones. Si los bronquios presentan esta inflamación o están infectados tiende a entrar menos aire a los pulmones. Se trata de una enfermedad contagiosa que se da por el contacto cuando tocamos superficies que están contaminadas con microorganismos. La segunda forma de contagio se da por medio del aire. Es decir, cuando respiramos el mismo y presenta contaminación por el virus procedente de otra persona enferma.
Las personas con mayor riesgo de sufrirla son los ancianos, los niños y los bebés. También los que padecen problemas relacionados con el corazón, los pulmones y los fumadores.
Los síntomas varían según el tipo de bronquitis, pero es posible enumerar algunos que son comunes en la aguda como en la crónica. Existe una dificultad respiratoria, tos seca y grasa, dolores constantes de pecho, fatiga y fiebre. Además de dolores de cabeza, garganta y voz ronca. Para un diagnóstico preciso de la enfermedad es imprescindible acudir a un médico, el cual osculte al paciente y realice pruebas como la función pulmonar y radiografía del tórax. Puede ser útil también un análisis de sangre para medir los niveles de dióxido de carbono y oxígeno. Por último, son recomendables las muestras de saliva o el cultivo de esputo para determinar el tipo de bronquitis y el tratamiento a seguir.
6 formas para no padecerla
ALIMENTACIÓN
Es importante tener una dieta rica en frutas, pescados, carne de pollo, verduras y granos integrales. El consumo de vitamina C, es uno de los factores esenciales para no contraerla. Podemos encontrarla en el perejil, el kiwi, brócoli, naranjas, entre otras. Asimismo, alimentos picantes como la cebolla, ajo, pimiento y el jengibre, ayudan a movilizar las mucosidades y hacen que el cuerpo las expulse. No olvides beber agua para que la mucosidad pueda ser eliminada y tenga mayor fluidez.
VACUNACIÓN
Es una las mejores medidas para prevenirla y minimizar los riesgos, es una forma de evitar, ya que tras enfermedades virales no tratadas en su momento como la gripe, existe la probabilidad de que se produzcan complicaciones y cuadros de bronquitis.
HIGIENE
Esta debe ser constante. En primer lugar, debemos tener un aseo adecuado de las manos antes de comer, al regresar a la casa y cuando tocamos objetos con posible contaminación. En segundo lugar, se tiene que mantener los ambientes de la casa limpios y ventilados para neutralizar bacterias y virus.
DESCANSO
Hay que dejar atrás las tensiones y el estrés, ya que pueden causar una disminución de nuestras defensas. El descanso debe ir acompañado con momentos de relajación y técnicas de respiración, lo que ayudará a la persona a que sus pulmones funcionen mejor.
TRABAJO
Si en tu medio laboral estas propenso y en contacto con irritantes pulmonares como gases, polvo, ingredientes químicos o personas que presenten enfermedades respiratorias, utiliza mascarillas protectoras o barbijos que impidan contraer el virus y proteger tus pulmones.
TEMPERATURA
Los cambios bruscos de una temperatura a otra desempeñan un papel importante en el origen de contraer bronquitis e inciden en el desarrollo de la misma. Cuando salgas de tu casa intenta siempre llevar alguna prenda para abrigarte, si es que la temperatura bajaría o empieza a llover. Intenta que tu cuerpo se aclimate al pasar
a otra temperatura.
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