lunes, 17 de marzo de 2014

Uso sensato de la ‘píldora del amor’

El Viagra cumplió, en noviembre pasado, 15 años y lo cierto es que en este tiempo que lleva en el mercado, la píldora ‘mágica’ les ha resuelto la vida a cientos de miles de hombres de entre 40 y 60 años de edad que tenían algún problema de disfunción eréctil y también se ha extendido su uso entre los jóvenes.

Lo más curioso del caso es que una gran parte de los 37 millones de hombres que consumen Sildenafil (nombre científico del Viagra), en todo el mundo, lo usan sin necesidad y por el simple hecho de tener relaciones sexuales más largas, intensas, placenteras y divertidas.

También conocida como la píldora azul o la pastilla del amor o mágica, en primera instancia fue creada para tratar problemas cardiacos, pero al ver que podía inducir a notables erecciones de pene, la empresa Pfizer decidió comercializarla para tratar la disfunción eréctil.

Con el paso del tiempo, se han desarrollado otros fármacos con similares propiedades, que son Vardenafil (Levitra) y Tadalafil (Cialix), que tienen el mismo mecanismo de acción, produciendo una vasodilatación a nivel de los sinusoides del pene, dándole una capacidad para recibir mayor cantidad de sangre y con esa vasodilatación provocar una erección total. “Quien lo toma se siente altamente beneficiado porque logra una erección, si no total, por lo menos parcial”, indica el urólogo René Heredia y afirma que estos medicamentos para nada son adictivos y que los jóvenes cada vez los consumen más porque van conociendo de sus bondades.

Sin embargo, la sexóloga Liliana Zabala manifiesta que estos fármacos están indicados solo para personas con disfunción eréctil. “No es para que todo el mundo lo tome y se vuelva ‘superhombre’; es para personas que tienen una patología y, por lo tanto, su uso tiene que ser racional, según las indicaciones del médico, previo diagnóstico individual”, resalta.

Solo con estimulación sexual
Agrega que a diferencia de lo que muchos pueden creer, el Sildenafil, que no está indicado para las personas menores de 18 años, no actúa en ausencia de una estimulación sexual, por tanto para que haya erección, se debe recibir un estímulo y cuando esto ocurre, hay una activación del sistema nervioso en el cerebro, que a su vez envía las órdenes para que se produzca la rigidez del pene.

Cabe hacer notar, dice Zabala, que estos vasodilatadores no funcionan cuando hay un problema vascular o neurológico que impide o dificulta la erección. Para ser más claro, no es un ‘destapacañerías’ que va a desobstruir un vaso sanguíneo. Es solamente un facilitador y, por lo tanto, debe ser siempre indicado por un profesional de la salud que haga un diagnóstico y lo considere necesario para solucionar un problema, proporcionando la receta, de lo contrario no es prudente.

La sexóloga deja en claro que el consumo de estos fármacos sin control médico y sin una causa justificada puede generar expectativas poco realistas y modificar los estándares de comportamiento sexual, provocando ansiedad de ejecución, falta de seguridad y confianza. Todo esto es lo que, finalmente, puede llegar a provocar problemas reales de erección.

Para sentirse más seguros

Mónica Rivero, máster en Sexualidad, expresa que en la actualidad el Sildenafil está siendo usado con más frecuencia por jóvenes menores de 30 años, que al sentirse más seguros sexualmente aumentan la frecuencia de la ingesta sin pensar en los problemas posteriores.

“Este fármaco en los jóvenes no tiene el mismo efecto que en los adultos, porque no tienen los mismos problemas de salud y, según expertos, en este medicamento su efecto sería de placebo en los jóvenes; por lo cual se vuelven dependientes sicológicamente, dándoles una sensación de seguridad falsa y con el tiempo se vuelven impotentes”, manifiesta la especialista.
Asimismo, el médico sexólogo Herland Roca Chaar manifiesta que estos fármacos “son dañinos para los jóvenes porque de tener una erección normal pueden pasar a un priapismo (erección del pene prolongada y dolorosa)”.

¿Causa dependencia?
Roca, explica que estos fármacos son inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5, un químico que hace que el pene esté erecto por más tiempo de lo normal, por lo que el organismo pone en marcha su mecanismo de defensa para contrarrestarlo y produce más bióxido de carbono para bajarlo, llegando a un punto en que no hace efecto y deben aumentar la dosis.

“A la larga, el uso irresponsable del Sildenafil, Vardenafil o Tadalafil hace mal porque los chicos pueden llegar a depender tanto de estos fármacos que no van a tener erección si no los toman”, advierte Roca Chaar.

Sin embargo, esta aseveración contrasta con la de Heredia, que señala que estos vasodilatadores no son para nada adictivos y que quizá puede influir un poco en la ‘siquis’.

Algunos beneficios
Heredia añade que uno de los aspectos más importantes de tomar Viagra, Levitra o Cialix es que el periodo refractario entre una relación y otra, se acorta. Este tiempo generalmente en los hombres es de una, dos, tres y hasta 24 horas; sin embargo, con el Sildenafil, Vardenafil y Tadalafil se acorta a solo minutos.

“Esto significa que después de haber llegado al orgasmo, esa persona está en condiciones de reiniciar una nueva relación sexual a los pocos minutos, razón por la que las frecuencias de las relaciones en una noche serán mejores. Por eso es que muchos jóvenes están tomando estas tabletas”, argumenta.
Afirma que siempre y cuando los jóvenes tomen la dosis correcta por día Viagra (100 mg), Levitra (10 mg) y Cialix (20 mg) y no se extralimiten, no hay ningún inconveniente para su consumo. Si pasan esa dosis tendrán cierto grado de peligro.

Recomendaciones
Heredia aconseja a las personas que quieren tomar los vasodilatadores que sean conscientes de que no sufren de algún problemas coronario ni que estén tomando medicamentos con nitritos y que nunca exageren las dosis que se comercializan que generalmente son de 50 y 100 mg y los varones no se deben exceder.

“Si un individuo toma más de esa cantidad puede sufrir consecuencias graves. Así como la tableta ayuda, puede ser mortal si se la suministra en dosis inadecuadas”, enfatiza.
A su vez, Rivero remarca que antes de ingerir cualquier medicamento, es necesario informarse adecuadamente para evitar complicaciones mayores.

“Con respeto al desempeño sexual, existen muchas maneras naturales de mejorarlo, como a través de ejercicios físicos que aumenten la resistencia, elevar nuestra autoestima es otro factor fundamental para desenvolvernos de manera adecuada en lo sexual, evitando así tomar medicamentos cuando no sean necesarios”, argumenta la sexóloga.

Efectos y reacciones
Lo que se aconseja, prosigue Heredia, es que el hombre empiece a ingerir la tableta en dosis mínimas para ver si no hay reacciones adversas, de tal forma que los efectos colaterales solo la persona los puede ir identificando.

Entre los más frecuentes están el escosor en la piel, pruritos, dolor de cabeza, enrojecimiento facial, y menos frecuentemente indigestión, mareos, congestión nasal, palpitaciones o efectos sobre la visión, taquicardia y sangrado por la nariz

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