Las mujeres que consumen a diario cuando menos una taza de café tienen entre 22 y 25% menos posibilidades de sufrir una ataque de apoplejía en comparación con las que lo beben en poca cantidad o nada, según el documento.
“Las bebedoras de café deben sentirse regocijadas”, dijo la doctora Sharonne N. Hayes, cardióloga de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota.
“El café es presentado a menudo como potencialmente malo para el corazón, pero en verdad no existe estudio alguno que afirme de manera convincente que es perjudicial”, añadió Hayes. “Quienes toman café tal vez se hacen cierto bien y posiblemente ningún daño”.
Sin embargo, Hayes y demás especialistas afirman que el estudio no debe propiciar que las mujeres que no consumen la bebida salgan corriendo a la cafetería que les quede más cerca.
El estudio no muestra que el café reduzca el riesgo de sufrir un accidente cerebro-vascular, sólo que las mujeres que lo consumen tienden a tener un riesgo menor a padecerlo.
“Este tipo de estudios epidemiológicos son convincentes pero no muestran la existencia de una causal”, dijo David S. Seres, director de nutrición médica en el Colegio de Médicos y Cirujanos de la Universidad de Columbia en Nueva York.
Las conclusiones del estudio fueron difundidas en internet esta semana en la publicación Stroke (Accidente Cerebrovascular) de la Asociación Estadounidense del Corazón. Los investigadores suecos a los que encabezó Susanna Larsson, en el Instituto Karolinska de Estocolmo, dijeron que hubo conclusiones encontradas en estudios previos sobre el consumo del café y los accidentes cerebro-vasculares.
Los estudios sobre el consumo de café “no arrojan una conclusión coherente”, dijo la directora Cathy Sila, neuróloga para accidentes cerebro-vasculares en el Centro Médico Universitario de Casos de Hospitales en Cleveland.
En el estudio sueco, los investigadores observaron durante una década a 34.670 mujeres suecas de entre 49 y 83 años. Al inicio del estudio se preguntó a las mujeres cuánto café tomaban. Los investigadores verificaron después los expedientes médicos para constatar el número de ellas que tuvo accidentes cerebrovasculares.
Un total de 1.680 mujeres tuvieron el problema y de ellas 205 tomaban menos de una taza de café o nada en absoluto. Larsson y demás expertos dijeron que no fumar, revisarse la presión y mantenerse en un peso saludable son las alternativas ya probadas para evitar un accidente cerebro-vascular, y a ellas debe recurrirse principalmente.
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