Lesiones en la piel o moretones

La fragilidad de la piel de muchas personas provoca un eterno problema como el dolor, la inflamación y la decoloración de la piel más conocido como los hematomas. Un pequeño golpe o una pequeña caída, marcan en el cuerpo, huellas nada estéticas que despiertan la preocupación o curiosidad constante de personas de nuestro entorno. Los "consejos de la abuela" brindan un universo de soluciones prácticas, efectivas y económicas.

Cataplasmas y juego de temperaturas para la curación

Frío

Un remedio tradicional muy antiguo consiste en aplicar, tan pronto se recibe el golpe, compresas muy frías o incluso pedazos de hielo sobre la zona afectada. Con eso se reduce el hinchazón y se frena la hemorragia.

La piel

Para calmar el dolor y eliminar las moraduras e hinchazones los cataplasmas aplicados directamente en la piel son los más efectivos.

La cebolla puede aplacar moretones y hematomas; para ello se debe calentar un trozo de cebolla picado en una sartén y aplicarlo sobre una gasa a modo de cataplasma durante 4 o 5 horas.

Las hojas de sauce también actúan como un antiinflamatorio natural.

Arcilla

La arcilla puede ayudar a reducir la inflamación rápidamente. Para esto sólo hace falta un puñado de arcilla y mezclarlo con agua hasta conseguir un barro espeso y luego aplicarlo en la zona golpeada y sujetarla con una venda. Es importante la presión que la

venda ejerce sobre la compresa de arcilla, pues también ayuda a reducir la inflamación.

La noble manzana

La manzana cruda tiene propiedades para bajar los hinchazones y reducir los hematomas. Dos cataplasmas de manzana, rallada sin su piel son suficientes. Puede aplicar-se directamente en la piel, o envuelta en una ligera gasa.

Perejil y mantequilla

Si el accidente se produce en la casa, tener el perejil y la mantequilla a la mano serán de mucha ayuda. Se debe preparar una pasta con perejil molido y un poco de mantequilla y luego frotar con ésta la zona de la contusión sin ejercer mucha presión.

Normas de seguridad

Es importante enseñar a los niños las normas de seguridad. Enseñarle que debe estar atento para evitar caídas al subir las escaleras o para no tropezar con objetos. Utilizar los equipos de protección adecuados para practicar cualquier deporte para proteger ciertas áreas más propensas a los golpes.