Unas 50.000 niñas de quinto de primaria, entre 10 y 11 años, recibirán la vacuna contra el cáncer de cuello uterino, informó ayer la ministra de Salud, Nila Heredia.
La vacunación, dijo se realizará en ese grupo porque la dosis es más efectiva en menores que no hayan tenido relaciones sexuales, “para que permita tener un impacto positivo y un nivel de seguridad mayor”.
Heredia explicó que el cáncer es ocasionado por la transmisión del Virus del Papiloma Humano (VPH) y que “hay varias cepas de ese virus, los que generan una incidencia alta para producir el mal”. Sin embargo, añadió que este cáncer se puede prevenir y evitar.
El director ejecutivo nacional del Centro de Investigación, Educación y Servicios (CIES), Jhonny López, explicó que la vacuna se aplicará en tres etapas. “Después de dos meses de la primera dosis, se coloca la segunda, y la tercera se aplicará tras cumplir otros dos meses. Hay 150.000 vacunas”.
La vacuna que se aplicará será la Gardasil, pues protege de cuatro cepas del VPH, pero especialmente la 16 y 18, que son las que producen, en un 70 por ciento, el cáncer cervical.
Heredia detalló que se dotará de 15.000 dosis a Santa Cruz; 9.000 a El Alto; 3.000 a Tarija y 2.000 a los otras ciudades.
“Los departamentos que recibirán una mayor cantidad de vacunas es porque tienen una alta incidencia del mal”.
El director del Servicio Departamental de Salud (Sedes) La Paz, Freddy Mamani, aseguró que “la selección de los establecimientos educativos lo hizo el CIES”.
Heredia informó que cada día se reportan cinco muertes de mujeres con ese mal en todo el país, lo que convierte a esa patología en una de las más graves.
Ésta es la tercera fase de vacunación contra el VPH, en 2009 se aplicaron 12.800 dosis, y en 2010 fueron 90.000.
Sólo se analiza el 30%
Sólo el 30 por ciento de las mujeres del país se someten a la prueba del Papanicolau, la que puede alertar sobre el cáncer de cuello uterino o cualquier otra enfermedad de transmisión sexual, informó la ministra de Salud, Nila Heredia.
Eso se debe a que las mujeres del país se descuidan y no se hacen la prueba o que tienen temor; sin embargo, el Papanicolau se debe realizar al menos una vez al año. “Todas deben hacerse el examen ya que es gratuito”.
Por ello impulsa un proyecto de ley de una asambleísta, para que las instituciones públicas y privadas otorguen una mañana a sus trabajadoras para que ellas puedan asistir a un centro médico y se hagan la prueba. “Eso aún es un proyecto, pero queremos que se efectivice, claro que la trabajadora deberá presentar un certificado para su descargo”. También afirmó que se impulsará para que las mujeres que reciban el Bono Juana Azurduy se examinen después de los seis meses del parto.
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