LÁSER | UN EQUIPO DE ÚLTIMA GENERACIÓN QUE YA ESTÁ EN BOLIVIA, PERMITE QUE LA CIRUGÍA PARA DEJAR DE USAR LENTES SEA MÁS RÁPIDA, DE MAYOR PRECISIÓN Y CON UN POSTOPERATORIO CON MOLESTIAS LEVES.
Miopía, astigmatismo, hipermetropía… son algunas de las patologías que se corrigen con laser desde hace ya varios años y aunque siempre han ofrecido grandes ventajas en relación a otros procedimientos, ciertos riesgos en la cirugía misma y molestias en el postoperatorio no dejaban de existir. La buena noticia es que los avances tecnológicos ponen cada vez más al alcance de los centros de oftalmología, equipos de mayor precisión, ofreciendo mayores ventajas tanto a especialistas a la hora de operar como al paciente en la etapa del postoperatorio. Un ejemplo de ello es el Amaris 750S, un equipo de última generación de la prestigiosa línea alemana SCHWIND, que por el momento sólo se tienen unos cuantos en Latinoamérica, y uno de ellos se encuentra en Bolivia en el Instituto Oftalmológico Cochabamba, centro de referencia en esta especialidad en el país.
Si bien en Bolivia varios centros cuentan con otros equipos de láser que también brindan buenos resultados, el hecho de contar con un equipo de última generación, apunta a que en nuestro país estemos a la vanguardia en oftalmología.
VENTAJAS
Según el médico oftalmólogo Rolando Olguín, director del Instituto Oftalmológico Cochabamba, una de las características fundamentales de este equipo es que realiza un tratamiento más exacto, reduciendo efectos colaterales como cicatrices corneales (haze) indeseables en el postoperatorio, un tiempo de recuperación más rápido y menor tiempo de aplicación del láser por dioptría (monto de la medida de los lentes) tratada.
“Es más preciso y más seguro porque tiene un sistema inteligente de seguimiento del ojo, es decir que si éste se mueve durante la cirugía, el equipo tiene un scanner ó sensor con varios ejes que se acomodan a los movimientos del ojo del paciente”, asegura Olguín. Esto lo hace más preciso y si se sale del margen de seguridad, el equipo automáticamente se apaga. Otra ventaja que ofrece es que el especialista puede operar al paciente con un monitor en el que la imagen del ojo está ampliada.
Por otro lado, para este tipo de cirugías se utiliza anestesia local tópica (gotas en el ojo del paciente); con ella no sentirá absolutamente nada en esa área y los riesgos que a veces implican las anestesias no existen en estos procedimientos.
La cirugía puede durar de 10 segundos a 2 o 3 minutos de aplicación del láser según sea el caso. En general e independientemente del monto de la medida del paciente el procedimiento no tarda más de cinco minutos. Si bien existe una diferencia que puede ser de segundos en la aplicación del láser, es significativa para el postoperatorio, ya que lo que hace el láser es más o menos una especie de quemadura por lo que cuanto menor sea el tiempo de aplicación, es mejor.
¿A QUÉ EDAD PUEDO OPERARME?
Por lo general se recomienda que la cirugía para corregir la medida de los lentes, recién se la realice cuando el paciente deja de crecer, salvo algunas excepciones. La edad ideal para aplicar este procedimiento es después de los 18 años, inclusive mejor a partir de los 20”, asegura Eduardo Luján, médico oftalmólogo del Instituto.
Los pacientes que en definitiva se benefician de la cirugía refractiva son el grupo que está entre los 20 y 45 años.
“Después de los 45 años comienza otro tipo de alteraciones visuales como la presbicia (vista cansada) y es cuando el paciente requiere lentes de descanso para leer, costurar o realizar cualquier otra actividad manual que esté entre los 30 o 40 centímetros de distancia. Esta alteración va aumentando conforme pasan los años”, explica Olguín.
Respecto de la presbicia, el equipo láser cuenta con un programa para este tipo de alteración, no obstante, aún no está siendo aplicada en este Instituto debido a que los médicos especialistas están aún recopilando datos a nivel mundial sobre los resultados reales en pacientes con presbicia.
Esto no quiere decir que las personas mayores de 50 o más años no puedan beneficiarse con la cirugía láser para mejorar la condición de su vista.
“En realidad, si el cristalino es transparente, no hay límite de edad para operar pero como los paciente de 50 años para arriba pueden tener un principio de catarata, entonces son otros procedimientos para tratar el mal que presente, pero se puede hacer una combinación de procedimientos. Por ejemplo, se trata la catarata y después se hace la cirugía para la miopía, astigmatismo ó la patología que presente”, explica el especialista.
¿QUIÉNES SON CANDIDATOS?
En cuanto a los pacientes que son candidatos a este tipo de cirugía, la experiencia clínica ha demostrado que el 80 por ciento de personas que tienen menos de 10 dioptrías, pueden someterse a este procedimiento. Sin embargo, hay algunas enfermedades que no son susceptibles de este tipo de procedimiento. Por ello, en primer lugar se debe hacer un estudio de topografía corneal donde se mide los radios de curvatura y el espesor de la cornea. Existen parámetros estandarizados que indican si el paciente es candidato a este tipo de cirugía y si es posible operar el 100 por ciento de la medida.
“En muchos casos aún llegando al 100 por ciento, igual se indican lentes de descanso sobre todo en pacientes que están mucho tiempo trabajando en la computadora o cuando se sabe que de entrada no van a recuperar el 100 por ciento de corrección, pero se debe tomar en cuenta que su vista mejorará considerablemente y por ello en el 90 por ciento de sus actividades ya no dependerán de los anteojos. En definitiva, la vida de las personas que sufren alguna de estas patologías, deja de depender de los anteojos.
TIEMPO DE RECUPERACIÓN
Existen varias técnicas pero en general son dos procedimientos los que más se utilizan: uno es el LASIK, que es rápido casi indoloro y a los tres días máximo el paciente puede reincorporarse a sus actividades laborales. Una desventaja es que adelgaza mucho la cornea y con el tiempo puede volver a presentarse algo de miopía o cual fuera la patología que haya tenido el paciente, o puede deformarse la cornea, por ello es que se debe tener mucho cuidado al utilizar este procedimiento en paciente previamente seleccionados.
Por otro lado, cada vez más se utilizan otras técnicas cómo el PRK, el LASEK y el TRANS-PRK (éste último disponible sólo con el Amaris 750s) que no adelgazan mucho la cornea pero el proceso de recuperación tarda más y es un poco más molestoso en el postoperatorio, con síntomas que van desde intolerancia a la luz, sensación de arenilla en los ojos y el paciente recién puede reincorporarse después de una semana o 10 días a sus actividades. La mayoría de las complicaciones con este equipo se reducen considerablemente aunque no al 100 por ciento porque el láser no es infalible ya que se trabaja sobre tejido humano y cada persona tiene sus propias características.
“Cualquiera sea la técnica utilizada, el paciente recién en el lapso de dos o tres meses tendrá en su totalidad la calidad visual”, dice Olguín.
El manejo de este equipo láser tiene además el respaldo de destacados profesionales oftalmólogos con más de quince años de experiencia en éste tipo de cirugías, como el Dr. Rolando Olguín, Dr. Roberto Aguilar, Dr. Eduardo Luján, Dr. Boris Quiroga, Dra. María Elena Rojas y Dr. Javier Luján.
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