El ajo es una planta medicinal que se utiliza para mejorar o calmar el dolor de algunos males frecuentes como la presión alta o dolores de huesos como se conoce comúnmente a la artrosis, osteoporosis, reumatismo, y otras afecciones además de ser muy útil para la meningitis, tifus, difteria, neumonía.
Sus propiedades en infusiones con la mezcla de otras plantas también son parte de los remedios caseros que pueden ser preparados en casa para matar lombrices intestinales, cicatrizar heridas o eliminar los piojos de la cabeza.
En esta época, en la que se presentan resfríos por el cambio de clima, frecuentemente no son curados de buena forma provocando sinusitis, problema que puede ser aliviado con una preparación en base a dos tazas de agua tibia, donde se añade dientes de ajo picado, se agrega una cucharilla de azúcar, esta mezcla debe ser batida y posteriormente reposada para tomar cada 15 minutos dos cuchadas hasta terminar la preparación, según Bonnie Lynn de Papic.
En otros casos las infusiones del ajo alivianan las angustias y palpitaciones del corazón en personas con problemas cardíacos, también mejora el funcionamiento del hígado, cura los problemas de hemorroides, corrige el estreñimiento.
A la vez mejora los dolores provocados por las várices, alivia los dolores de las articulaciones, músculos, reumatismo, gota y ciática, dejadez, dolores de cabeza, neuralgias que se presentan en la menopausia.
El ajo es una planta que ayuda a bajar los niveles de colesterol o gordura y es excelente para curar los hongos de los pies.
Pero, a pesar de los beneficios, como todo tiene contraindicaciones si se utiliza la planta del ajo muy frecuentemente y en abundancia puede provocar otros problemas como dolor de cabeza, estómago, cólicos, vómitos, mareos, diarreas y dolor de riñones.
En casos de hemorragias debe evitarse porque aumenta la posibilidad de sangrado, debido a que el ajo incrementa los problemas de hipoglucemia.
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