Uno de los males que aquejan a la población femenina es el cáncer cérvico uterino o el cáncer del cuello uterino.

Al no tratar la enfermedad en forma oportuna, causaría la muerte. En un estudio de salud se ha demostrado que cuatro a cinco mujeres por día mueren en el país, por esta enfermedad.

La mujer que ha iniciado su relación sexual debe efectuar cada año el control mediante el examen de Papanicolaou, sin embargo, sabemos que es molestoso acudir al médico, inicialmente por vergüenza y en otras por falta de tiempo.

Lo importante es cuidar la salud especialmente si se tiene una infección vaginal, que muchas veces no se le da importancia y no se recurre al médico en forma oportuna.

Es importante saber que una mujer que tiene una vida sexual activa, debe recurrir siempre a un centro de salud para solicitar información y la atención que sea necesaria.

Asimismo puede recurrir a la consulta aunque no sienta nada o no perciba nada en su organismo, ya que el cáncer es una enfermedad silenciosa que puede sorprender en cualquier momento.

Al acudir al médico tendrá siempre la oportunidad de recibir una educación u orientación adecuada, además de saber los requisitos para que se le tome la muestra. Por ejemplo, la persona no debe estar con la menstruación, no debe hacerse lavados vaginales, no debe estar usando óvulos vaginales, se debe evitar en lo posible tener relaciones sexuales dos días antes del examen. El cáncer de mama es también mortal pero se puede curar si se lo detecta a tiempo, la mujer tiene que aprender a hacer un auto examen revisando sus mamas o pechos.

Al terminar cada menstruación, descubrir si hay bulbitos o bolitas raras en su pecho, para ello debe haber una luz adecuada, se debe levantar los brazos detrás de la cabeza frente a un espejo.

Observar si hay alguna señal que llame su atención, como una pequeña protuberancia ya sea por el tamaño, forma y color en sus pechos. Este mismo examen con ambas manos se lo puede hacer acostada. Si se encuentra algo anormal es necesario asistir con urgencia al control con un profesional médico y descartar a tiempo cualquier anomalía que ponga en riesgo su salud.