El labio fisurado (queiloquisis) y el paladar hendido (palatosquisis) también pueden ocurrir juntos; son variaciones de un tipo de deformidad congénita causada por el desarrollo facial incompleto anormal durante la gestación. Durante mucho tiempo el labio leporino, fue el término utilizado para denominar a la fisura labial, (del lat. leporem, ‘liebre’: «labio de liebre», pues ese animal tiene el labio superior cortado en el centro) sin embargo en años recientes esta nomenclatura ha cambiado.
El labio hendido se ve como una abertura o fisura angosta en la piel del labio superior que se extiende hasta la base de la nariz. El paladar hendido es una abertura entre el paladar y la cavidad nasal. Algunos niños tienen hendiduras que se extienden a lo largo del frente y la parte trasera del paladar, mientras que otros sólo tienen una hendidura parcial. Además, las hendiduras pueden producirse en un lado de la boca (hendidura unilateral) o en ambos lados de la boca (hendidura bilateral).
Actualmente no se sabe con exactitud porqué un bebé desarrolla labio o paladar hendido, pero creen que puede ser una combinación de factores genéticos (heredados) y medioambientales (tales como ciertos fármacos, enfermedades y el uso de alcohol o tabaco durante el embarazo).
El riesgo puede ser mayor para los niños cuyos hermanos o padres tienen una hendidura o que tienen antecedentes de hendiduras en la familia. Tanto las madres como los padres pueden transmitir un gen o genes que pueden contribuir al desarrollo de labio hendido o paladar hendido.
Los niños con labio o paladar hendido tienden a ser más propensos a acumular líquido en el oído, a perder la audición y a tener defectos en el habla. Los problemas dentales, tales como caries y dientes faltantes, adicionales, malformados o desplazados, también son comunes en los niños nacidos con paladar hendido.
La alimentación también puede ser otra complicación para un bebé con labio o paladar hendido. El labio hendido puede hacer que al bebé le resulte más difícil succionar del pezón, mientras que el paladar hendido puede provocar que la leche materna o de fórmula ingrese accidentalmente en la cavidad nasal. Hay tetinas especiales y otros dispositivos que pueden ayudar a facilitar la alimentación.
Gracias a los avances médicos, la cirugía reconstructiva puede reparar labios y paladares hendidos y en casos graves, la cirugía plástica puede corregir problemas estéticos específicos, el tratamiento comienza durante los primeros meses de vida, según el estado de salud del lactante y el tamaño de la hendidura.
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