EXISTEN ALGUNAS FORMAS DE EVITAR SU APARICIÓN | PERO EN CASO DE PADECERLA, LO RECOMENDABLE ES SOMETERSE AL TRATAMIENTO PARA NO EXPONERSE A OTROS RIESGOS. ENTÉRESE.
La hernia inguinal es una afección frecuente que consiste en la salida del contenido abdominal (es decir, el intestino delgado, epiplón u otra víscera abdominal) a través de un sitio débil en la región de la ingle. Existen tres puntos débiles en la ingle que si ceden ante la presión dentro del abdomen, aparece una hernia, asegura Sergio Aparicio, Cirujano General y Laparoscópico de la Clínica Los Olivos.
La buena noticia es que se pueden tomar algunas medidas básicas para prevenir su aparición como tratar los factores desencadenantes que van desde el estreñimiento, la tos crónica y el sobre peso (entre otros que se mencionarán más adelante), hasta evitar levantar objetos pesados, llevar una dieta saludable y entrenar la musculatura abdominal para fortalecer la zona.
Por otro lado, hay un porcentaje de las hernias que suelen aparecer sin ningún factor desencadenante. En estos casos no hay manera de prevenir su aparición, al igual que las hernias en los recién nacidos.
Esta afección suele ser más común en hombres aunque también puede producirse en mujeres.
CAUSAS
“Puede aparecer por la debilidad inherente de esta zona con la que todos los seres humanos de una u otra manera nacemos, junto a otro hecho desencadenante que aumenta en forma la presión dentro del abdomen de manera casi permanente”, explica el especialista.
Pero como ya se mencionó, la hernia inguinal puede deberse a otros factores como ser la constipación (estreñimiento), la tos crónica (sobre todo en fumadores), el cargar objetos pesados, obesidad y en los hombres el desencadenante más común es la obstrucción de la vía urinaria por el crecimiento prostático que hace muy dificultosa la micción. Además existen en algunas personas alteración en la producción de colágeno que aumenta la debilidad de esta zona.
“En los recién nacidos varones la causa de la hernia inguinal es totalmente diferente a la de los adultos, ya que se produce por falta de cierre del conducto por el que los testículos descienden. Este cierre debe producirse en el útero de la madre y debe completarse para el momento del nacimiento”, explica el especialista que a tiempo asegura existen tres tipos de hernias inguinales:
Directa
Indirecta
Crural
“Esta clasificación depende de por cuál de los tres orificios que existen en la zona, la hernia se desplaza hacia adelante (protruye)”, dice.
SÍNTOMAS
El signo más llamativo y ante el cual se debe estar atento es la aparición de un abultamiento en la zona que se hace más evidente cuando la persona se encuentra de pie y casi siempre desaparece al recostarse. Puede ir acompañado de incomodidad o dolor que no es muy intenso, a menos que la hernia sufra una complicación.
“El diagnóstico se realiza fundamentalmente examinando al paciente en posición primero de pie y luego recostado, pidiéndole que haga esfuerzo o que simule tos. Esto hace que la hernia se desplace hacia adelante y por lo tanto se haga notoria a simple vista. Además se debe palpar la zona donde se encuentra este abultamiento que suele regresar hacia el abdomen cuando el especialista presiona el sitio”, explica Aparicio.
TRATAMIENTOS
El único tratamiento efectivo es la cirugía y el paciente debe ser operado apenas sea diagnosticado salvo que tenga un riesgo quirúrgico muy alto.
“La cirugía puede realizarse en forma convencional o por vía laparoscópica y consiste básicamente en reforzar el sitio débil con una malla de material sintético que luego sirve de sostén para que el propio organismo rellene con tejido cicatricial, dándole de esta forma solidez a la pared de la región de la ingle”, explica el especialista.
El tratamiento en bebés o niños es igualmente quirúrgico y consiste en poner un punto de sutura en la parte más alta del conducto persistente.
La mayoría de las hernias inguinales operadas a tiempo se curan por completo sin ningún problema ni complicaciones.
RIESGOS DE NO TRATAR A TIEMPO
“El mayor y único riesgo es el estrangulamiento del contenido de la hernia. Esto significa la salida de una víscera del abdomen por el orificio que no puede regresar al mismo y que eventualmente se muere en el interior del saco herniario. Esto hace que la persona requiera de una intervención de emergencia con un riesgo mayor para la vida y con mayor posibilidad de complicaciones por el procedimiento”, explica Aparicio.
El signo de alarma de que una hernia se está estrangulando es el dolor en la misma y la dificultad para volver a introducir el contenido de la hernia hacia el abdomen.
“Mientras más pronto el paciente acuda a un servicio de emergencia, hay mayor probabilidad de salvar el intestino o la víscera que haya protruido”, concluye Aparicio.
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