La diabetes tipo 2 es una enfermedad crónica. Es fundamental que adoptes hábitos alimenticios sanos desde el inicio de la afección para evitar empeorar tu estado. De manera general, debes brindar a tu organismo los nutrientes que necesita sin aumentar la tasa de azúcar en la sangre. Sin embargo, no puedes dejar de ingerir completamente glucosa, ya que tu tratamiento reduce la glucemia en tu cuerpo y puedes sufrir una hipoglucemia.
En primer lugar, debes limitar la ingesta de azúcares rápidos (gaseosas, pan blanco, pasteles, galletas, entre otros), ya que incrementan rápidamente la glucemia. Es preferible consumir legumbres que contienen fibras (lentejas, porotos y garbanzos) porque aportan energía y no influyen directamente sobre la tasa de azúcar en la sangre.
Por otro lado, tienes que reducir el consumo de grasas saturadas (mantequilla, aceite, margarina, charcutería, queso, entre otros productos). Para proteger tu sistema cardiovascular, opta por los alimentos de origen vegetal y los pescados, ya que encierran una gran cantidad de ácidos grasos omega 3.
Finalmente, no puedes beber alcohol, ya que modifica la eficacidad de tu tratamiento y suele provocar una hipoglucemia severa, la cual tiene consecuencias importantes.
¿Qué?
Controla los ingredientes alto a las calorías
Las personas que padecen diabetes tipo 2 deben controlar los ingredientes que añaden a sus preparaciones culinarias. De esta manera, intenta reducir el aporte de grasa y utiliza preferencialmente un chorro de aceite de oliva o vegetal para cocer tus alimentos. Asimismo, disminuye la cantidad de azúcar y acude a las excelentes propiedades de los condimentos (canela, por ejemplo) para incrementar el sabor de tus postres.
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