Económica, sabrosa y rica en nutrientes, la papa no siempre ha gozado de una reputación estable. Mucho se ha dicho y desdicho sobre este tubérculo. Ahora, ¡se reabre el debate! ¿Puede la clásica e infalible patata aumentar la presión arterial?
Bajo la lupa
La papa forma parte de los programas gubernamentales de alimentación saludable. Es que, al aportar potasio, contribuiría a mantener la presión arterial en niveles bajos.
¡Pero no todo es matemático en temas de salud! A largo plazo, un alto consumo de papa no sería tan beneficioso como uno supondría. Así parece mostrarlo un estudio conjunto de la Escuela de Medicina de Harvard y el Hospital de Brigham y Mujeres, publicado en la revista The BMJ. Es la primera vez que se investiga el vínculo entre el consumo de papa y la presión arterial.
No tan buena, en exceso
En puré, hervida, frita... En cualquiera de sus formas, los expertos estudiaron a la papa a partir de datos sobre la dieta de 187,453 personas, tomados de tres grandes estudios americanos.
Encontraron que, en las mujeres, comer cuatro o más porciones de papa a la semana, se asociaba a una presión arterial alta (hipertensión).
¿Por qué?
Apenas terminamos de comer papa, nuestro nivel de azúcar en la sangre se incrementa más que con otros vegetales. Esto generaría un efecto en el cuerpo, asociado a un mayor riesgo de hipertensión.
Pero, por fortuna, no deberemos renunciar a la papa... por completo. Según los investigadores, reemplazar una porción de este tubérculo a la semana por otro vegetal sin almidón, ¡ayudaría a bajar la presión arterial!
Aunque interesantes, estos hallazgos todavía deben ser confirmados. Mientras aguardamos, recordemos esta sugerencia de un editorial en The BMJ: "Más importante que un alimento en particular, son los hábitos alimenticios”.
Si tienes dudas acerca de tu salud, y antes de introducir cambios en tu dieta, consulta al médico.
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