jueves, 31 de agosto de 2017
Los preservativos del futuro serán invisibles y fáciles de colocar
Desde que se inventaron los preservativos en 1855 (con caucho) y empezaron a fabricarse con látex en los años 20, estos han evolucionado poco. En 2013, la Fundación Bill y Melinda Gates lanzó un concurso de ideas para reinventarlo. Se presentaron 800 conceptos y dos se llevaron el primer premio, dotado con $us 100.000.
Según estudios de la fundación de los Gates un 18% de los jóvenes ha sufrido la rotura de un condón, al 13% se le ha deslizado durante su uso y un 17 % ha perdido la erección al colocárselo. Además, casi todos asocian su uso con relaciones sexuales menos placenteras, explica la publicación de muyinteresante.es
Una de las iniciativas, y que sigue en desarrollo, consiste en incorporar grafeno (cristal de carbono) a las gomas de látex, tal y como proponen desde la compañía india HLL Lifecare. Este material de carbono puro, con un solo átomo de espesor, incrementará la resistencia y las propiedades mecánicas de los condones de segunda generación. Al fin y al cabo, es doscientas veces más fuerte que el acero, pero enormemente flexible y elástico. Con la ventaja añadida de que conduce el calor mejor que el cobre, por lo que mejorará notablemente las sensaciones durante el coito. Y además, incorporaría sustancias espermicidas o antimicrobianas con el fin de reforzar su seguridad frente a infecciones o embarazos no deseados.
Ecológicos y fáciles de colocar
HLL Lifecare, dirigido por Lakshminarayanan Ragupathy, también trabaja en un prototipo de preservativo biodegradable, sin olor y compatible con los fármacos preventivos. Actualmente, algunos consumidores concienciados con la protección del medioambiente optan por condones hechos con piel de cordero, pero resultan bastante caros.
El segundo proyecto financiado por Bill y Melinda apuesta por otro material-milagro: el polietileno. Como ha explicado a la agencia Sinc Ron Frezieres, director del centro Essential Access Health (en California) e impulsor del proyecto, el polietileno es “transparente, inodoro e hipoalergénico, cinco veces más delgado que el látex y notablemente más fuerte”.
Finalmente, para solucionar el problema que alegan muchos varones, lo engorroso de ponérselo, el emprendedor Willem van Rensburg inventó hace años el Rapidom, que se desprende de su envase y está listo para usar en un solo movimiento con las manos, sin interrumpir el acto sexual. Van Rensburg, responsable de la compañía Kimbranox, dice poner así su granito de arena para luchar contra el sida, que golpea especialmente a su país, Sudáfrica.
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