La fiebre es una reacción del cuerpo ante un microorganismo (virus, bacterias o parásitos) o agente tóxico y aunque es benéfica, se debe controlar por las molestias que ocasiona y por los posibles riesgos.
Según la pediatra Cinthia Pinto, cuando existe un microorganismo dañino, el cuerpo reacciona elevando la temperatura para inhibir el crecimiento de las células malignas, al mismo tiempo que disminuye la producción de toxinas producidas por éstos. También es una ayuda ya que aumenta la acción de los antibióticos cuando es necesario prevenir una complicación.
Sin embargo, es importante controlar la fiebre porque con el aumento de la temperatura se produce cierta deshidratación, escalofríos, delirios y convulsiones que podrían producir algún daño cerebral.
Cuando la temperatura asciende hasta 37,8 grados hablamos de febrícula y cuando la supera se trata de una fiebre. Se puede identificar con el tacto la fiebre, debido a que el cuerpo está caliente y los pies y manos frías. Pero es mejor utilizar un termómetro axilar, anal o timpánico, ya sea digital o con mercurio, aunque estos últimos son de más cuidados.
¿CUÁNDO SE DEBE COMBATIR LA FIEBRE? Por lo general, cuando los padres perciben que el niño tiene fiebre reaccionan con temor y acuden de inmediato al pediatra.
Según Pinto, la temperatura elevada se puede tratar en casa y sin medicación.
No obstante, cuando la temperatura supera los 38.5 grados y no cede, o hay severa deshidratación es preferible consultar con el médico e identificar las causas de la fiebre.
También recomienda asistir a consulta si existe una enfermedad crónica.
El consumo de aspirina (en niños o adultos) no es recomendado. La pediatra Pinto alerta que la aspirina puede producir el síndrome de Reye, un transtorno que afecta al sistema nervioso y aparato digestivo.
abrigo
Antes de administrar un medicamento antipirético se debe desabrigar a la persona, aunque sienta frío. Evitar espacios calientes y muy cerrados (automóviles por ejemplo)
Compresas
Poner compresas frías en la frente y nuca, si es necesario bañar a la persona con agua tibia hasta que el cuerpo enfríe y reaccione. Para evitar la deshidratación consumir mucho líquido, frutas y caldos, mientras el cuerpo lo tolere.
medicamento
Finalmente, se debe administrar un antipirético recetado.
fricción
Las abuelas acostumbraban, algunas todavía lo hacen, a friccionar el cuerpo del niño con alcohol. Sin embargo, el alcohol puede ser absorbido por la piel y causar intoxicación.
Terapias naturales
En algunas familias, principalmente en el campo, se acostumbra a bañar al niño o adulto con orina y colocar algunas yerbas. Además de las compresas de agua, baño y consumo de líquidos no debe practicarse ningún otro método convencional.
cama y abrigo
Si existe un proceso febril se debe descansar, pero no meterse en cama y abrigarse. El abrigo impide que se libere la temperatura y tiende a aumentarla. Si la persona traspira se debe cambiar de ropa frecuentemente.
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