Jorge Pedro Viera, fue el primer paciente diabético de la ciudad en someterse la colocación de una Bomba de Infusión de Insulina, ayer en la clínica Incor. El hombre, mantiene la esperanza de que el aparato que llega por primera vez al país pueda mejorar su salud, misma que se ha visto complicada a tal extremo que tuvo que someterse a un trasplante renal para seguir viviendo, también tiene problemas en la vista, pero eso no es obstáculo para seguir luchando.
El nuevo tratamiento que está dirigido a pacientes dependientes de insulina, consiste en un sistema integrado de la aplicación de esta sustancia mediante una bomba y un monitoreo continuo del azúcar a través de un sensor que le mide hasta 288 veces los niveles de azúcar al paciente durante el día, (cada cinco minutos). El monitor le dice en cuánto está su azúcar y la bomba sugiere cuánto de insulina debe recibir
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