Un nuevo estudio del Programa Nacional de ITS/VIH/Sida del Ministerio de Salud revela que 25 de cada 100 personas, que viven con VHI/Sida en Bolivia, se encuentran desempleados por motivos de discriminación tanto en instituciones públicas como privadas.
El tema del desempleo es uno de los factores que afronta el país y para las personas portadores con VIH/Sida este aspecto se convierte aún más difícil de sobrellevarlo, ya que los últimos estudios realizados en el primer semestre de este año, reflejan que la vulneración de los derechos de este sector es frecuente cuando buscan incursionar en el mercado laboral.
El ministro de Salud, Juan Carlos Calvimontes, anunció que el 20 por ciento de la población que vive con la VIH/Sida es discriminada en todos los ámbitos de la sociedad. Resaltó que la investigación permitió evidenciar que existe bastante estigma y discriminación hacia los portadores desde la familia, instituciones y especialmente los centros de salud.
“En materia de derechos humanos, el 20 porciento de la población que vive con VIH/Sida ha sufrido algún grado de discriminación en algunos centros de salud, donde concurren para su atención, pero también la marginación se refleja en el ámbito familiar”, remarcó la autoridad.
La falta de empleo de las personas que viven con la enfermedad, genera que los mismos busquen sus propios medios de trabajo, como fuentes de ingreso para la sobrevivencia. El estudio revela que de cada 100 portadores 39 tienen empleos independientes.
Asimismo, 22 de cada 100 personas portadoras del VIH/Sida, tienen un empleo formal. También se supo que el 75 porciento de estas personas tiene acceso a una fuente de ingresos, es decir de cada 100 personas 75 generan ingresos estables.
En términos de orfandad 9 de cada 100 viven en calidad de huérfanos o huérfanas en su vivienda; debido a la enfermedad una mayoría ellos tienen sólo padres, un cuarto sólo madres y en un menor grado cuentan con ambos progenitores.
Otro de los datos relevantes es que 32 de cada 100 manifiestan escases de alimentos en la familia en el último año; también presentan limitaciones en sus ingresos y a nivel educativo con la probabilidad de adquirir VIH.
“La vulnerabilidad y la estigmatización hacia las personas que viven con VIH/Sida no aparece directamente cuando una persona es diagnosticada con la enfermedad sino se acentúa potencialmente cuando el diagnóstico se hace público, lo que es lo más dramático”, dijo.
Calvimontes señaló que los resultados del estudio dan pautas para mejorar las estrategias de trabajo en los siguientes años, para motivar a las instituciones, que trabajan en el campo de los derechos humanos.
“Esperamos que este estudio nos ayude a reflexionar a toda la sociedad, para que tomen conciencia sobre la enfermedad. No es fácil asumirlas, no es fácil compartirlas con una persona con la enfermedad en la relación cotidiana del vivir, sin embargo, como Ministerio tenemos que hacer los esfuerzos para concientizar a la sociedad civil.”
DATOS
- Un estudio reciente indica que 4 de cada 10 personas creen que pueden contagiarse del VIH a través del contacto casual y cotidiano como darle la mano a una persona que es VIH positivo o tomar de su mismo vaso (algo que es completamente falso). Esto hace que tengan miedo de estar cerca de alguien que está infectado y que lo discriminen.
- Desafortunadamente el VIH y el SIDA están estrechamente relacionados con comportamientos que están estigmatizados como la homosexualidad o el uso de drogas.
- Muchas personas piensan que quienes están enfermos del VIH tienen la culpa de estarlo y les parece que es una especie de castigo por sus comportamientos “cuestionables”.
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