El cáncer de cuello uterino es una enfermedad por la que se forman células malignas (cancerosas) en los tejidos de esta sección del cuerpo femenino.
Habitualmente no se presentan signos perceptibles de este cáncer en forma temprana, pero puede detectarse a tiempo con exámenes regulares. Entre los signos posibles de cáncer de cuello uterino se incluye el sangrado vaginal y dolor pélvico.
Para detectar (encontrar) y diagnosticar el cáncer de cuello uterino, se utilizan pruebas que examinan esta parte del cuerpo ya que existen ciertos factores que afectan el pronóstico (posibilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento.
El cuello uterino es el extremo inferior, estrecho del útero (el órgano hueco, en forma de pera donde se desarrolla el feto). El cuello uterino comunica el útero con la vagina (canal del nacimiento).
Este cáncer por lo general evoluciona lentamente con el paso del tiempo, antes de que la enfermedad aparezca las células atraviesan cambios llamados displasias por los que empiezan a aparecer en el tejido del cuello del útero células que no son normales. Luego, las células cancerosas comienzan a crecer y diseminarse más profundamente en el cuello uterino y las áreas cercanas.
La infección por el virus del papiloma humano (VPH) es el principal factor de riesgo del cáncer de cuello uterino.
Cualquier cosa que aumenta el riesgo de contraer una enfermedad se llama factor de riesgo. Tener un factor de riesgo no significa que se va a padecer de cáncer como también el no tener un factor de riesgo no significa que no se va a padecer de cáncer. Las personas que piensan que pueden estar en riesgo deben consultar con su médico.
No obstante, no todas las mujeres con infección por el VPH padecerán de cáncer de cuello uterino. Las mujeres que generalmente no se someten a una prueba de Papanicolaou para detectar el VPH o células anormales en el cuello uterino tienen mayor riesgo de padecer este cáncer.
Otros factores de riesgo posibles son el dar a luz a muchos hijos, tener muchas parejas sexuales, mantener la primera relación sexual a una edad temprana, fumar cigarrillos, usar píldoras anticonceptivas orales y tener el sistema inmunitario debilitado.
Habitualmente no se presentan signos perceptibles de cáncer de cuello uterino temprano, pero puede detectarse a tiempo con exámenes regulares.
Para la detección, se pueden utilizar pruebas de Papanicolaou donde se utiliza un trozo de algodón, un cepillo o una paleta de madera para raspar suavemente las células del cuello uterino y la vagina. Las células se examinan bajo un microscopio para determinar si son anormales. Este procedimiento también se llama prueba Pap.
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