Una flora intestinal sana no sólo es fundamental para la salud del sistema digestivo sino que ha demostrado jugar un papel importante en la prevención de enfermedades. Determinados hábitos dietéticos, el estrés, el tabaco o los tratamientos prolongados con antibióticos alteran su equilibrio, lo que reduce nuestro bienestar general. Te mostramos cómo puedes cuidarla.
Importancia. Para el médico Jorge Font, la flora intestinal humana es la cuna del sistema inmunológico ya que por un lado la microflora intestinal impide la invasión de geérmenes nocivos y previene de infecciones intestinales. Hay más de 400 especies de bacterias diferentes que conviven en relativa armonía y realizan importantes funciones, tanto para salud del sistema digestivo como para el resto del organismo.
"Además ese pequeño porcentaje de baterías patógenas del intestino mantiene al sistema inmunológico en estado de alerta, lo que estimula la constante producción de defensas", acotó el profesional.
Beneficios. Estimulan los movimientos peristálticos del intestino y mejoran la digestión. Además, ayudan a evitar los gases y el estreñimiento. Son imprescindibles para la síntesis de determinados compuestos, como la vitamina K y algunas vitaminas del complejo B.
Favorecen la tolerancia a la lactosa, al degradar la parte ingerida a través de la alimentación y suplir algo la deficiencia de la enzima lactasa que poseen los intolerantes. Ayudan a la absorción del calcio, ya que el ácido láctico que producen crea el medio adecuado para que éste se asimile. Protegen al hígado, al neutralizar determinadas sustancias nocivas, y ayudan a prevenir frente al cáncer de colon, gracias a la utilización de fibra de los alimentos.
Entre los alimentos que se consumen para mejorar la flora instestinal se encuentran el ajo, la cebolla, la alcachofa y la espinaca. Además del plátano, la soja y el maíz.
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