La flebitis surge debido a la formación de un coágulo de sangre en una vena, el cual bloquea parcialmente o de forma completa la circulación sanguínea. En la mayoría de los casos, aparece en las piernas, pero también puede desarrollarse en las venas de los brazos, abdomen, entre otras.
Existen dos tipos de flebitis. En primer lugar, encontramos la superficial en la cual el coágulo sanguíneo se forma en una vena superficial. Se acompaña por inflamaciones, dolores e incomodidades. En cuanto a la flebitis profunda, el coágulo sanguíneo se aloja en una vena profunda. Es una situación más delicada, ya que este último puede desplazarse hacia el corazón y obstruir una arteria en los pulmones. En este caso, los pacientes tienen riesgo de sufrir embolia pulmonar.
Las principales causas de este padecimiento consisten en la estagnación de la sangre en una vena, provocada por insuficiencia venosa, várices e inmovilización prolongada. Asimismo, las heridas en las venas pueden acarrear flebitis. Por otro lado, los traumatismos, cirugías y embarazo suelen reducir la fluidez de la sangre, lo que favorece la aparición de coágulos.
6 formas de limitar las incomodidades
HIDRATACIÓN
Para prevenir la flebitis, es necesario hidratar adecuadamente el cuerpo. Los nutricionistas recomiendan beber al mínimo 1.5 litros de agua mineral por día. Asimismo, puedes ingerir otras bebidas como ser zumos naturales, caldos, sopas, tés o infusiones. Al contrario, debes evitar al máximo el consumo de alcohol y gaseosas.
DEPORTE
Limita las posiciones corporales inmóviles durante varias horas. Asimismo, es necesario practicar una actividad deportiva regular y caminar al mínimo 30 minutos por día para mantener una buena circulación sanguínea. Toma en cuenta que la natación y la bicicleta son deportes que contribuyen a reducir las probabilidades de sufrir flebitis. Además, el ejercicio permite evitar el sobrepeso, el cual es un factor de riesgo importante de esta afección.
VESTIMENTA
No utilices ropa que dificulte la circulación sanguínea como medias que aprietan los tobillos y pantalones muy estrechos. Las personas propicias a desarrollar flebitis superficial pueden utilizar medias de compresión. Sin embargo, es necesario cambiarlas cada 3 meses, ya que su elasticidad disminuye con el tiempo y uso.
MEDICAMENTOS
Las personas que presentan riesgo de padecer flebitis profunda pueden requerir un tratamiento a base de medicamentos anticoagulantes, los cuales mejoran la circulación sanguínea. En este caso, es necesario pedir consejos al médico y evitar automedicarse.
HOsPITALIZACIÓN
Los pacientes hospitalizados, operados y las mujeres embarazadas deben intentar caminar lo más posible para prevenir la flebitis. Sin embargo, es indispensable pedir ayuda a las enfermeras y al entorno para evitar las caídas. También deben pedir consejos a su médico para asegurarse que su estado de salud lo permita.
VIAJES
Los trayectos largos en cualquier tipo de transporte (auto, avión, tren, entre otros) requieren una inmovilidad prolongada del viajero. Esto puede favorecer la flebitis. Por lo tanto, se recomienda beber abundante agua y evitar ingerir alcohol. Asimismo, intenta caminar cada dos horas. Si no es posible, efectúa movimientos con tus pies. También puedes levantar tus piernas hacia tu abdomen y utilizar medias de compresión. Finalmente, no olvides realizar con frecuencia masajes sobre tus miembros inferiores.
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