Es una enfermedad crónica que se caracteriza por la formación de cálculos, los cuales obstruyen el aparato urinario. Es imprescindible cambiar los hábitos y estilo de vida para disminuir las posibilidades de padecerla.
GENERALIDADES DE ESTA AFECCIÓN
Causas
Los cálculos resultan de la cristalización de sales minerales y ácidos que se concentran en exceso en la orina. En la mayoría de los casos, son provocados por un consumo insuficiente de agua, lo que impide la dilución de las orinas. Asimismo, una alimentación desequilibrada muy rica en azúcares o proteínas suele causarlos. Con más escasa frecuencia, la formación de estas piedras puede ser también debida a una infección, la toma de algunos medicamentos y una enfermedad genética o metabólica.
SÍNTOMAS
La primera manifestación de los cálculos es un dolor repentino e intenso en la espalda, el cual se expande hacia el vientre y el aparato genital. Esta molestia puede durar minutos u horas según las personas. Asimismo, el paciente tiene náuseas y vómitos. También se observa sangre en la micción u orina turbia. Cuando los cálculos son acompañados por una infección urinaria, la persona puede sentir una sensación de quemadura al orinar, fiebre y escalofríos.
POBLACIÓN DE RIESGO
Algunas personas presentan mayor riesgo de tener piedras. Es el caso de la gente que ha padecido cálculos en el pasado o tiene antecedentes familiares de litiasis urinaria. Asimismo, el clima cálido favorece la deshidratación y la formación de cristales. Por otro lado, la hipertensión, diabetes de tipo 2, obesidad, gota, infección urinaria, enfermedades inflamatorias del intestino y ciertas afecciones metabólicas pueden incrementar el riesgo de litiasis renal.
DIAGNÓSTICO
Se realiza a través de la observación clínica de los síntomas y con análisis de la orina. El diagnóstico permite determinar la naturaleza y el tamaño de los cálculos, evaluar sus consecuencias sobre los riñones y empezar un tratamiento médico o quirúrgico. Se efectúa un examen citobacteriológico de las orinas para observar la presencia de hematíes (glóbulos rojos en la sangre), leucocitos, cristales y gérmenes. También se puede requerir exámenes de laboratorio para evaluar el funcionamiento renal.
COMPLICACIONES
Si no se tratan, los cálculos pueden obstruir completamente las vías urinarias. Además de los dolores, los riesgos consisten en la sobreinfección de las orinas en los riñones y la septicemia causada por la transmisión de bacterias en la sangre. Asimismo, es posible observar la formación de pus en el riñón, lo que suele destruirlo. Por lo tanto, la complicación más severa de la litiasis urinaria consiste en la insuficiencia renal irreversible, la cual requiere hemodiálisis o trasplante.
FITOTERAPIA
Las personas que tienden a sufrir cálculos pueden acudir a la fitoterapia para hidratar su cuerpo bebiendo diferentes infusiones 2 a 3 veces por día. Las plantas que debes privilegiar son las hojas de enebro o abedul, ortiga y flores de geranio, ya que permiten prevenir la formación de las piedras y por lo tanto, las recidivas.
PARA LEER EN PROFUNDIDAD
TIPOS DE CÁLCULOS
La litiasis urinaria corresponde a la formación de piedras en las vías urinarias y en los riñones, las cuales tienen un tamaño que fluctúa desde unos milímetros hasta varios centímetros. Se observan diferentes tipos de cálculos en función de su composición. En cada uno predomina un material:
-A base de calcio: representan el 80 por ciento de los cálculos causados por la litiasis urinaria. Se generan por la deshidratación, aporte excesivo de vitamina D, algunas enfermedades o medicamentos, factores hereditarios y alimentación demasiada rica en oxalato.
-De magnesio, amonio y fosfato: estos cálculos están relacionados con infecciones urinarias crónicas o recurrentes de origen bacteriano. Representan aproximadamente el 10 por ciento de los casos. Son más comunes en las mujeres que en los hombres.
-De ácido úrico: corresponden al 5 por ciento de los cálculos. Se forman debido a una concentración anormalmente elevada de ácido úrico en la orina.
-De cistina: es la forma más rara de cálculos. Aparecen por una anomalía genética que acarrea la excreción de una cantidad excesiva de cistina por los riñones. Pueden surgir en la niñez. El diagnóstico permite diferenciar estos cálculos e identificarlos. Es importante conocer su composición para empezar un tratamiento adaptado.
Sintomatología y tratamientos médicos para los cálculos renales
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Karen López Jordán
Médica-Cirujana
La litiasis urinaria es la tercera afección más común en las vías urinarias y se caracteriza por la presencia de una piedra o cálculo en cualquier parte del tracto genitourinario, es decir, en el riñón, uréter y vejiga. Para que un cálculo se forme necesita de orina supersaturada o concentrada, bajo consumo de líquidos y aumento en la ingesta de calcio, siendo éstas las causas más comunes. También puede ser provocado por ciertas enfermedades y trastornos metabólicos.
La sintomatología más característica que presenta una persona con cálculo en las vías urinarias es el cólico renal, el cual es un dolor muy intenso, repentino y que va aumentando. Además, se puede observar sangre en la micción, infección urinaria asociada con malestares al orinar, fiebre, náuseas y vómitos. Las molestias varían dependiendo de dónde se encuentra el cálculo. Cuando está en el riñón y no produce obstrucción, el dolor es sordo y profundo. Si la piedra provoca oclusión, conlleva un verdadero cólico renal. Por lo general, el diagnóstico del mismo es fácil y característico, ya que lleva al afectado de inmediato a Emergencias, efectuándose una serie de revisiones y exámenes para determinar con certeza que estamos ante un cuadro de litiasis urinaria. No todos los pacientes con cálculos se internan, excepto aquellos en los que el dolor no cede y en casos de mujeres embarazadas, personas con trasplantes renales o que viven con un solo riñón, niños, ancianos y los que presentan alteraciones en las vías urinarias.
Una vez diagnosticada la litiasis urinaria, el tratamiento dependerá de varios factores, principalmente de dónde se encuentra la piedra y del tamaño de la misma. Cualquier cálculo en las vías urinarias debe ser tratado, ya que puede producir graves complicaciones, inclusive es posible llegar a perder el riñón. Las piedras de hasta 7 milímetros como máximo tienen alguna oportunidad de salir solo con tratamiento médico, evitando la intervención quirúrgica. Lo ideal para retirar un cálculo es adoptar procedimientos mínimamente invasivos como:
-Nefrolitotomía percutánea: es una cirugía utilizada para remover cálculos de gran tamaño. Se realiza una pequeña incisión en la espalda del paciente. A través de la misma, se introduce un nefroscopio (tubo largo equipado con un lente de aumento y una luz en el extremo) hasta llegar al riñón con el objetivo de extraer la piedra de manera cuidadosa.
-Ureteroscopía: este procedimiento es ideal para piedras localizadas en el uréter. Consiste en introducir un instrumento delgado a través de la uretra y así, poder destruir el cálculo con láser.
-Litotripsia extracorpórea: es un método médico en el cual se emplean ondas de choque para destruir los cálculos en el riñón, la vejiga y el uréter. Con esta técnica, se consigue obtener la eliminación de diminutos pedazos de piedras a través de la orina.
Estos tres procedimientos son de rápida recuperación para el paciente. Sin embargo, en algunos casos de mayor gravedad, se debe recurrir a la cirugía abierta.
Debido a la alta recurrencia o gran probabilidad de volverse a formar cálculos, las medidas de prevención son muy importantes para evitar las recidivas.
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