Un conjunto de técnicas que implican procesos de aprendizaje permiten ayudar a las personas que sufren una afección neurológica. Además, reeducan el funcionamiento cognitivo y proporcionan una mejor calidad de vida al paciente.
4 CASOS PARA EL TRABAJO COGNITIVO
Accidentes
cerebrovasculares
Los accidentes cerebrovasculares (ACV) son provocados por la interrupción de la circulación sanguínea (ACV isquémico) o por la ruptura de un vaso sanguíneo (ACV hemorrágico) dentro del cerebro. Esto acarrea la muerte de las células cerebrales (neuronas) en la región afectada. Los ACV ocasionan discapacidades motrices y cognitivas importantes, las cuales tienen un impacto negativo sobre el bienestar físico, psíquico, social y emocional del paciente. La recuperación cognitiva se adapta a la gravedad de los déficits que presenta la persona afectada y le ayuda a tener nuevamente una calidad de vida óptima.
Traumatismos
craneales
Las caídas, asaltos o accidentes diversos pueden afectar a la cabeza y causar un golpe en el cráneo, ocasionando fracturas óseas y lesiones cerebrales. Según la gravedad de la contusión y de los déficits asociados a la misma, es necesario iniciar un proceso de rehabilitación. La duración de la reeducación varía según el daño cerebral observado. Asimismo, es necesario elegir con el paciente cuál función cognitiva rehabilitar en primer lugar para mejorar su vida cotidiana. Sin embargo, la persona afectada y su entorno deben estar conscientes que la rehabilitación cognitiva suele ser larga (varios meses).
epilepsia
La epilepsia es un trastorno del sistema nervioso que se produce cuando el equilibrio eléctrico del cerebro presenta un desorden. Esto resulta en una perturbación breve, espontánea e incontrolable de la actividad eléctrica cerebral. Algunos pacientes presentan crisis recurrentes, las cuales requieren una intervención quirúrgica. Sin embargo, la cirugía puede dañar los tejidos cerebrales y ocasionar déficits cognitivos. La rehabilitación cognitiva es pertinente en estos casos para que la persona tenga una mejor calidad de vida.
Patologías
neurodegenerativas
Ciertas personas padecen enfermedades neurodegenerativas, las cuales son patologías progresivas que afectan al sistema nervioso, acarreando la muerte de las neuronas. Las más conocidas son la demencia de Alzheimer y la enfermedad de Parkinson. Sin embargo, existe una multitud de afecciones neurodegenerativas (demencias frontotemporales, semánticas, vasculares, esclerosis múltiple, entre otras). Ocasionan déficits cognitivos irreversibles, por lo que la rehabilitación cognitiva consiste en un acompañamiento clave para ayudar a que el paciente siga siendo autónomo en su vida diaria y practique actividades placenteras.
importancia
de la familia
La rehabilitación cognitiva permite mejorar el bienestar físico, psíquico, emocional y social del paciente. Asimismo, tiene un impacto positivo sobre el entorno familiar.
En los adultos, las patologías neurológicas que acarrean lesiones cerebrales (accidentes cerebrovasculares, traumatismos craneales, epilepsia y enfermedades neurodegenerativas) ocasionan cambios importantes en el estilo de vida del paciente, así como en su personalidad y comportamiento. Por eso, es fundamental explicar a su entorno las modificaciones que puede presentar su familiar. Asimismo, el profesional (neurólogo o neuropsicólogo) debe incluir a la familia en las sesiones de rehabilitación, ya que es primordial que sigan los pasos de la reeducación en casa para obtener resultados notables.
Generalmente, se sugiere efectuar sesiones individuales con los parientes para evitar que sufran desgaste físico y/o mental, lo que puede provocar depresión y trastornos nerviosos. El profesional debe estar atento a las preocupaciones de la familia para reducir la ansiedad y proporcionarle ideas de actividades, las cuales tienen que ser estimulantes cognitivamente para el paciente. En algunos casos, es recomendado que el entorno acuda a un psicólogo para limitar los sentimientos de culpabilidad y problemas de estrés crónico, los cuales son frecuentes y peligrosos.
Objetivos, estrategias y pasos de la reeducación cognitiva
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Isaline Caudron
Máster en Neuropsicología
La rehabilitación cognitiva se desarrolla al principio del siglo XX en Europa y Estados Unidos. Ha conocido un gran auge luego de la segunda guerra mundial. Sin embargo, es recién a partir de 1980 que numerosos investigadores científicos trataron de optimizar su eficacia, basándose en los avances teóricos que se obtuvieron gracias a los estudios realizados en neurociencias cognitivas. Actualmente, sus técnicas y beneficios son reconocidos en muchos países del planeta.
El principal objetivo de la rehabilitación cognitiva consiste en mejorar el funcionamiento cognitivo de un paciente que presenta déficits acarreados por una patología neurológica. En los adultos, los casos más comunes son las lesiones cerebrales (accidentes cerebrovasculares y traumatismos craneales) y las afecciones que ocasionan un deterioro cognitivo (enfermedades neurodegenerativas o epilepsia). Se deben establecer los objetivos de la rehabilitación de forma individual para que el paciente logre tener una mejor calidad de vida. El profesional (neurólogo o neuropsicólogo) recurre a distintas estrategias para reducir el déficit (disfunción o alteración de los mecanismos cognitivos), la incapacidad (consecuencias del déficit para realizar acciones específicas) y la discapacidad (dificultades que presenta la persona para adaptarse a su cotidiano).
Antes de iniciar el proceso de rehabilitación cognitiva, el profesional efectúa una anamnesis, la cual consiste en recolectar informaciones sobre la historia clínica del paciente. Permite identificar el momento en el cual ocurrió el accidente o el inicio de los problemas cognitivos. También contribuye a obtener datos sobre la escolaridad y el presente de la persona, los cuales son esenciales para evaluar su rendimiento cognitivo. Asimismo, la anamnesis ayuda a valorar la consciencia que tiene el paciente de sus déficits y su motivación para realizar la reeducación. Además, es primordial efectuar una heteroanamnesis con un familiar, ya que informa sobre la realidad diaria que vive junto al paciente y la amplitud de las dificultades que presenta.
Luego de la anamnesis y heteroanamnesis, es fundamental realizar una serie de pruebas neuropsicológicas (en las cuales se comparan los resultados de la persona con normas de una población de su misma edad y nivel escolar) para evaluar en detalle el deterioro del funcionamiento cognitivo del paciente. Debemos destacar que estos exámenes son la base para poder iniciar un eficiente proceso de rehabilitación, ya que se elabora un plan de reeducación y acompañamiento según los resultados obtenidos.
Para tener una participación activa del paciente, se establecen los objetivos y las estrategias empleadas en un contrato, el cual tiene una duración determinada (un mes, por ejemplo). Luego de este tiempo, se realiza una evaluación para observar si existe una mejoría de la función cognitiva rehabilitada. De lo contrario, optamos por otras tácticas.
La rehabilitación cognitiva es esencial para ayudar al paciente y a su familia a reponerse cognitivamente. Toma en cuenta que para tener una calidad de vida óptima, no es suficiente recuperar solamente la motricidad, ya que los déficits cognitivos suelen ser muy incapacitantes.
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