La migraña es una enfermedad que afecta más a las mujeres que a los hombres, se presenta a cualquier edad pero principalmente en edad reproductiva, donde afecta al 25 % de las mujeres, un tercio de las mismas con aura. El 60-70 % de los casos se relaciona con el ciclo menstrual. Cuando ocurre entre el día -2 y +3 del ciclo se considera como migraña menstrual y cuando ocurre entre el día -7 y -3 se asocia al síndrome premenstrual.
Las causas de la migraña menstrual se relacionan con una respuesta de neurotransmisores exagerada o anormal de los cambios cíclicos normales en las hormonas ováricas. También se han propuestos una relación con la dismodulación de la respuesta serotoninérgica, opioidérgica y dopaminérgica.
La migraña menstrual ocurre durante o después que caen los niveles de estradiol, o sea, después de la ovulación y antes de la menstruación. También se asocia con la dismenorrea debido a la secreción de prostaglandinas F2-alfa (PGF2-a) que es máxima durante la menstruación y estimula las contracciones uterinas causando dolor.
El episodio migrañoso consta de varias fases:
1. El prodromo: Ocurre 12-24 hs. antes del ataque, es variable según el individuo, y puede manifestarse como fatiga, euforia o depresión, aumento del apetito, fotofobia, fonofobia, e hiperosmia.
2. El aura: Se presenta en el 20 % de los casos, dura de 5 a 20 minutos y ocurre de 20 a 60 minutos antes del episodio migrañoso. El aura más común es el visual (fotopsias o escotomas), pero además se puede manifestar como parestesias, entumecimiento o paresias, disfasia o afasia.
3. El dolor de cabeza: La migraña es usualmente pulsátil y agravada por el movimiento. Suele acompañarse de nauseas en el 90 % de los casos, y a veces vómitos.
El tratamiento consiste en medidas profilácticas y sintomáticas.
Se debe reconocer y evitar los factores que agravan el episodio, como evitar el consumo de alcohol y de alimentos que contienen tiramina (quesos) o feniletilamina (chocolates), pérdida de horarios habituales de comidas, y conciliar el sueño tardíamente.
Las técnicas de retroalimentación como respiración profunda, relajación muscular progresiva, y visualización no son tan efectivas para reducir la migraña menstrual como para la migraña no menstrual.
Un estilo de vida saludable es útil como medida preventiva, sobre todo actividad física y ejercicio que contribuyen a disminuir el estrés.
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