La infección urinaria constituye un hecho de notable importancia por su frecuencia, por sus consecuencias a corto y largo plazo, y por sus repercusiones sociales. Están presentes gérmenes o bacterias que provocan molestias y alteraciones en el aparato urinario. La mayoría de estas infecciones afectan a mujeres mermando su calidad de vida.
El tracto urinario empieza desde los riñones, su función principal es filtrar la sangre que llega a los riñones reabsorbiendo lo que es necesario y excretando las sustancias de desecho y tóxicas que al final llegan a constituir la orina.
Las infecciones urinarias suelen darse en mujeres jóvenes, con mayor frecuencia al inicio de las relaciones sexuales y durante el embarazo. Durante el embarazo pueden aparecer con mayor frecuencia infecciones de orina, debido a que el útero aumenta de tamaño, resta espacio a la vejiga y favorece la retención de orina, con lo que la vejiga se convierte en un caldo de cultivo de gérmenes.
En las embarazadas, la proporción de infecciones aumenta respecto a las mujeres no embarazadas y se incrementa considerablemente el riesgo de desarrollar una infección urinaria alta (pielonefritis), no estando exentas las mujeres que están en la menopausia.
Las infecciones urinarias afectan a los hombres de edad avanzada debido a un vaciado incompleto de la vejiga normalmente asociado a al aumento del tamaño de la próstata, la prostatitis (inflamación de la próstata) y la estrechez de la uretra. Al obstruirse el flujo de orina y no lograrse un vaciado total de la vejiga, ésta puede infectarse con mayor facilidad.
SÍNTOMAS:
Orinas tintas como té tinto, algunas veces como chicha, dolor al orinar, dolor en la espalda, dolor en el bajo vientre.
¿CUÁLES SON LAS CAUSAS?
Falta de higiene, embarazo, menopausia, uso de sondas, presencia de cálculos u obstrucción en algún nivel del tracto urinario, diabetes e inmunosupresión o defensas bajas secundarias a la desnutrición, los anticonceptivos de barrera.
CÓMO PREVENIR LAS INFECCIONES URINARIAS
Acudir al médico ante la aparición de los primeros síntomas. Beber mucha agua cada día, zumos, infusiones, porque ayudan a orinar y a limpiar los riñones.
Tomar vitamina C, no ingerir mucha sal, gaseosas o alimentos enlatados. No retener la orina; usar siempre ropa interior de algodón y cambiarla a diario. Los tejidos sintéticos favorecen la multiplicación de gérmenes, evitar la ropa muy ajustada. Evitar usar compresas o salva-slip, perfumadas y aerosol higiénico.
Tratar lo antes posible las pérdidas blancas y el sangrado anormal. Vigilar la higiene íntima y evitar las duchas vaginales y jabones antibacterianos, que desequilibran la flora sin eliminar las bacterias responsables de las infecciones.
Contacto: Telf. 5259059 - Cel. 71184268
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