El Viagra dejó de ser de uso exclusivo de los hombres que han superado los 60 años, ahora los adolescentes y jóvenes también lo consumen ya sea por presión de grupo, curiosidad o mala información, exponiéndose así a graves problemas en el futuro. La médica sexóloga y uróloga Amelia Martín, aseguró que "De 40 chicos que veo en el consultorio, por lo menos 20 preguntan por la pastilla y, con seguridad, cinco la consumen, a pesar de que les digamos que no lo necesitan", advirtió.
¿Por qué la tableta los atrae?. En el afán de experimentar muchos jóvenes actualmente han empezado a consumir este tipo de fármaco, creyendo, de una forma confusa, que les va ayudar en su rendimiento sexual, sin darse cuenta que se exponen a una serie de riesgos ante la mala información, según destaca el psicólogo Raschid Guardia.
A su vez, Martín enfatiza que los chicos la usan para “debutar” sexualmente, "temen no dar la talla. Y es precisamente por ese miedo, la sobrexcitación, la ansiedad y la inexperiencia, que los chicos están recurriendo al Viagra".
Mala elección. Sin embargo, el uso de la denominada pastilla azul en la adolescencia puede acarrear una serie de alteraciones a nivel del sistema circulatorio, así lo hace ver Guardia. "Hay que tener en cuenta que cuando se es muchacho los niveles hormonales y físicos son ‘normales’, es decir funcionan sin necesidad del uso del fármaco, ahora, en el caso que el joven tuviera algún tipo de disfunción eréctil o disfunción sexual lo aconsejable es primero visitar a un urólogo y luego a un sexólogo para que pueda dar la terapia adecuada".
A esto, según la sexóloga se suma el hecho de que serán hombres inseguros y con una autoestima muy baja, que probablemente no les permita ser capaces de tener relaciones sexuales sin haber tomado una de estas pastillas.
Riesgo en la salud. Por otro lado, si bien no hay estudios específicos en este grupo de edades, Martín describe algunas consecuencias que puede dar el mal uso de la droga farmacéutica, tales como la disminución grave de la presión arterial, con síntomas tales como la taquicardia, una sensación de malestar general, náuseas o palidez repentina. También pueden volverse adicto y si la primera vez lo tomaron, la tercera solo se van a sentir seguros si lo toman. "Los chicos no necesitan ningún estimulante, la toman para reconfirmar su virilidad. Hay que enseñarles a vivir la sexualidad; no es el químico el que produce el goce en una relación, sino la química con la pareja", concluye Martín.
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