Jan Lankelma, biólogo de la Universidad Vrije (Holanda), subraya que el nuevo método se puede armar rápidamente, es muy barato y tiene una eficiencia similar a los tests actuales, que son mucho más caros. El experto explica que este dispositivo es ideal para utilizar en zonas pobres del mundo, donde el acceso a los centros de salud es muy difícil. Su estudio fue publicado en la revista Analytical Chemistry.
Actualmente la diabetes es considerada una epidemia a nivel global. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que afecta a 346 millones de personas, y más del 80% de los fallecimientos por su causa suceden en países de ingresos medios y bajos. Esta institución calcula que para 2030 las muertes debidas a la diabetes se duplicarán.
NUEVO MÉTODO DIAGNÓSTICO
El equipo de Lankelma diseñó un dispositivo que cuenta con un plato de plástico, tres electrodos, un papel especialmente diseñado, y una solución amortiguadora que se desplaza a través del papel por la gravedad y la acción capilar.
Usando una jeringa se ubica la muestra de orina sobre el papel, que tienen una enzima llamada glucosa oxidasa. Frente a la presencia de glucosa en la orina, esta enzima produce peróxido de hidrógeno que es detectado por los electrodos.
La glucosa se encuentra en niveles elevados en la orina de personas que sufren diabetes. En los individuos sanos, por el contrario, la glucosa está ausente.
Los expertos subrayan que además de ser barato, este método tiene la ventaja de usar orina. Por ese motivo, no es necesario pinchar el dedo de las personas que quieren controlar si sufren diabetes.
Lankelma asegura que este nuevo sistema puede adaptarse para usar con otros fines, como analizar la calidad de la comida, monitorear la presencia de ciertos productos químicos en el medio ambiente o controlar la existencia de otras patologías.
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