En el artículo anterior, hemos hablado de los trastornos cognitivos causados por la demencia de Alzheimer. Hoy en día, expondremos los trastornos comportamentales, los cuales son frecuentes durante la evolución de la enfermedad. Varían de un paciente a otro y son progresivos. Esto significa que es posible que un paciente no los padezca todos y además, su orden de aparición es variable. Consisten en los síntomas más difíciles para el entorno familiar y conllevan un cansancio psicológico y físico de los parientes. Se destaca cuatro categorías principales de trastornos comportamentales.
- Trastornos del humor: el más frecuente consiste en la ansiedad. Ésta se manifiesta precozmente, generalmente en el inicio de la enfermedad, cuando el paciente toma consciencia de la disminución de sus capacidades intelectuales. Se puede acompañar de reacciones depresivas sin generar una verdadera depresión. Estas reacciones se desarrollan como falta de interés, apatía, reducción de actividades y pérdida de motivación.
- Trastornos de la personalidad: es frecuente que las familias notifican una modificación de la personalidad del paciente. Ésta se observa por un aumento de los rasgos de carácter anteriores a la enfermedad o por una modificación del comportamiento. El paciente puede también presentar un desconocimiento parcial o total de sus trastornos. Esto es conocido como anosognosia y suele llevar el paciente a negar la ayuda que se le propone, ya que no entiende su utilidad.
Los comportamientos de agitación pueden también causar problemas para el proceso de apoyo. Se trata de diversas actitudes como el vagabundeo, las actividades repetitivas o también la fuga. Estos comportamientos se observan generalmente a una etapa avanzada de la enfermedad.
Algunas actitudes de agresividad suelen aparecer. Sin embargo, se trata generalmente de agresividad verbal (gritos, por ejemplo) en vez de agresividad física. Estos comportamientos pueden surgir después de un evento particular y son relacionados con la severidad de la enfermedad.
- Ideas delirantes: éstas pueden ser frecuentes y suelen estar al origen de agitación o agresividad. Se observa también trastornos de identificación, en los cuales el paciente puede hablar con personas que ya fallecieron, empieza a charlar con personajes de la televisión o también no reconoce su propio rostro en el espejo y tiene un diálogo con sí mismo.
- Trastornos de las conductas elementales: las dificultades de sueño son frecuentes y pueden manifestarse de diversas maneras como la somnolencia, problemas para dormir o insomnio. El despertar durante la noche es generalmente acompañado de agitación o vagabundeo. Los trastornos alimenticios son también frecuentes y generan una pérdida de peso considerable. Los problemas de continencia aparecen generalmente en la última fase de la enfermedad y surgen día y noche.
Es de primera importancia entender estos trastornos comportamentales para proveer al paciente la ayuda necesaria y el apoyo adecuado. Además, se debe dar conocimiento de estos síntomas a la familia para que los pueda aceptar y apoyar a su pariente.
En el próximo artículo, hablaremos de las medidas de apoyo que se proveen a los pacientes afectados por la demencia de Alzheimer.
(Voluntaria – Bélgica)
Contacto: isaline.caudron@gmail.com
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