La primera misión de los padres este invierno es tratar de prevenir el contagio de los niños con este tipo de virus.
• Como medida general, es importante lavarse muchas veces al día las manos con agua y jabón.
• Evitar la contaminación dentro del hogar. Es decir, que los adultos no fumen, ventilar la casa al menos una vez al día evitando las corrientes de aire y utilizar un medio de calefacción amigable con el ambiente.
• Evitar el frío y la humedad al interior de la casa. Hay que tratar de mantener una temperatura estable, el ideal es entre 18° y 20°.
• Tampoco hay que poner tiestos con agua sobre las estufas, pues el vapor que se genera humedece las paredes y la ropa de los niños, favoreciendo los cambios de temperatura que suelen terminar en resfríos y gripes.
• Las estufas deben encenderse y apagarse fuera de la casa.
• Los niños deben estar abrigados, pero no hay que exagerar. Si están en un ambiente calefaccionado, no es necesario ponerles tanta ropa, en caso de que salgan al exterior.
• Los padres deben llevar a los niños a los controles médicos que son necesarios, no exponerlos de más a una consulta donde pueden toparse con otros chicos ya enfermos. A veces lo más seguro es quedarse en la casa
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