Evitar los cambios bruscos de temperatura, disminuir la contaminación dentro del hogar y asumir conductas como lavarse las manos y taparse la boca al estornudar son algunas de las pautas que nos ayudarán a estar más sanos en invierno.
Abrígate bien y evita los cambios bruscos de temperatura. Al respecto es importante proteger especialmente la zona de cabeza, manos y pies; procurar respirar con la ayuda de una bufanda en sitios de mucho frio, y no mantenerse excesivamente abrigados en interiores para evitar sudar y luego encontrarse nuevamente con el frio exterior.
Procura no fumar, ni acudas a lugares donde lo hacen, así como que los menores o personas mayores estén en contacto con el humo del cigarro,
Lava frecuentemente las manos con agua y jabón, particularmente al llegar a casa y después de saludar a personas enfermas.
Evita asistir a sitios concurridos donde haya aglomeraciones para evitar un contagio.
Consume alimentos naturales ricos en vitaminas A y C, como son limón, naranja, lima, mandarina, guayaba y zanahoria, así como las verduras de hoja verde oscura, para mantener en buen estado el sistema inmunológico.
Ventila diariamente tu casa para que el aire se renueve.
Consume abundantes líquidos en forma de agua o jugos vegetales para mantener una buena humedad de tu cuerpo y evitar que tus fosas nasales se resequen.
No acudas a la automedicación ante los primeros signos de enfermedad.
Sigue al pie de la letra las indicaciones de tu médico para evitar otras complicaciones.
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