La Organización Mundial de la Salud (OMS) hace mención de la eficacia del insecticida del grupo piretroides, que no es nocivo para la salud, y es recomendable para combatir los vectores trasmisores de enfermedades tropicales.
Según el presidente de la Sociedad Boliviana de Salud Pública, Walter Santa Cruz, la seguridad de ese insecticida es del 92 por ciento, porque son totalmente inocuos para las plantas, animales, y las personas, sólo afectan a los insectos.
Explicó que el producto químico no queda impregnado en las paredes, sino que se volatiliza, porque la fumigación se hace con máquinas termonieblas, por lo que no queda efecto residual que cause daño a las plantas, animales ni a nada, solo a los insectos en cuestión.
El uso del piretroides se amplió en la medida en que los demás pesticidas eran considerados de “alta” residualidad, que generaba bioacumulación, carcinogénesis (organoclorados) y un “alto” efecto tóxico en organismos no plaga y mamíferos.
Los piretroides no poseen todas estas desventajas debido a las “bajas” cantidades de producto que se necesitan para combatir las plagas.
Por ello, la fumigación en Bermejo se realizó con ese tipo de insecticidas, actividad que comenzó la pasada semana, similar acción se hizo en parte Argentina, con la diferencia de que en el vecino país se realizó vía aérea. Lo que terminó en una denuncia en contra del intendente de Orán, Marcelo Lara Gros, situación que en la actualidad es tratada en la justicia, instancia que pidió un informe al respecto, tanto al Ministerio de Salud, como a las autoridades ediles de esa región.
La epidemióloga del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Claudia Montenegro, se trasladó hasta la ciudad triángulo del sur para coordinar acciones binacionales con sus pares argentinos.
El director de esa institución, Paul Castellanos, también mencionó que se realizarán acciones, denominadas espejo, con el vecino país.
Para Santa Cruz, la lucha frontal tiene que ser contra el vector, el Aedes aegypti, hembra adulto, que es el que trasmite la enfermedad. Y la única manera de hacerlo es la fumigación masiva, porque si se lo hace de manera limitada en los focos de infección, el vector migrará a otros lugares y continuará con la reproducción y trasmisión.
Lo que aconseja la Organización Panamericana de la Salud (OPS) es realizar cinco ciclos de fumigación, y se conoce que en Yacuiba realizaron siete, y en Bermejo se busca cumplir por lo menos con lo recomendado.
En una fumigación masiva se necesita las máquinas conocidas como las leco pesadas, que son equipos de fumigación que se las coloca encima de movilidades, lo que permite para agilizar el trabajo, de manera que para una ciudad de 150 mil habitantes, se hace en tres o cuatro días, con eso se disminuye notoriamente los insectos trasmisores de la enfermedad.
ACCIONES TARDÍAS
Desde la Sociedad Boliviana de Salud Pública, indicaron que las instituciones encargadas del control de enfermedades tardaron en reaccionar para controlar la enfermedad del dengue. Por lo que revelaron que de las 11 muertes que se registraron en Orán, Argentina, tres son bolivianos, personas que migraban diariamente a ese país por motivos de trabajo.
En ese sentido, el presidente de la Sociedad, Walter Santa Cruz, señaló que se perdió coordinación con el vecino país por falta de gestión. Que en anteriores años las actividades espejo se definían en el mes de enero.
Indicó que de nada sirve que un país realice acciones de lucha contra el mosquito trasmisor si es que el otro no lo hace.
“Estamos permitiendo que por temor al uso de insecticida, que no es tóxico, no se esté fumigando –dijo–. Pero no se está considerando el daño que produce la enfermedad”. (El País Plus)
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