sábado, 9 de julio de 2016
La disfunción sexual en mujeres, un problema que se calla en Tarija
De acuerdo a la medicina, la disfunción sexual femenina es un trastorno que se produce cuando hay un cambio significativo en el comportamiento sexual habitual de la mujer. Esto deriva en la disminución o desaparición de los pensamientos y fantasías sexuales, por lo que se posponen o se evitan las relaciones sexuales.
Además, existe una incapacidad para disfrutar del coito y esto afecta a la calidad de vida y a las relaciones personales. Este tema ya se ha hecho común en Tarija, así lo sostienen varios ginecólogos consultados por El País eN.
Otra forma de comprobarlo es cuando entre amigas y en confianza el problema sale a flote, muchas veces sólo para reír en complicidad de género y tantas otras para obtener consejos o hasta inspirar a la imaginación.
Desahogos vienen y comentarios van. Empero, el denominador común en las confidencias femeninas sobre la intimidad sexual es que siempre hay una o más que aseguran cierta dificultad para llegar a ese final feliz en los juegos del amor.
Incluso algunas mujeres drásticamente afirman que no disfrutan del acto sexual aún cuando reconocen las consideraciones y esfuerzos de la pareja para motivar y lograr en ellas esa anhelada culminación al placer.
Lo cierto es que la disfunción sexual en la mujer es muy común en Tarija. Muchas incluso pasan por ella sin notar siquiera que están ante un problema que podrían superar con tratamiento médico oportuno.
El no poder disfrutar de los encuentros sexuales necesariamente se debe relacionar a motivos físicos, psicológicos, culturales y sociales, pero sea lo que fuera el detonante, el problema se puede solucionar desde el proceso de rehabilitación médica, al menos así lo explican los especialistas en Tarija.
Sentir placer
“La disfunción sexual en la mujer es la incapacidad de sentir placer o satisfacción al tener relaciones sexuales”, precisa la ginecóloga tarijeña, Leyda Paola Gonzáles. Asegura además que la falta total o parcial del deseo en la mujer la dificulta de disfrutar de la excitación y el orgasmo.
“Este problema afecta a una de cada tres mujeres, aunque en consulta el tema sale a la luz cuando se va indagando, sobre todo porque viene enmascarado con otros problemas. Empero, a partir de identificar la causa se puede solucionar el conflicto”, asegura.
“Pero más allá de esto, la actitud y respuesta de una mujer en situación de intimidad con su pareja puede estar influenciada por varias inquietudes, preocupaciones, conflictos emocionales e incluso factores culturales y sociales”, explica la psicóloga, Carla Lizón.
“El estrés, las depresiones y otros conflictos emocionales pueden afectar negativamente el interés por el sexo, pero también pueden haber otro tipo de situaciones como la falta de consideración de la pareja. Sin embargo, todo esto se puede resolver con una terapia que descubra las carencias de cada uno y reconduzca la situación”, explica.
¿La luz prendida
o apagada?
¿La luz prendida o la luz apagada? Según la opinión de algunos respetables señores tarijeños, el saber hasta dónde se puede llegar es una situación incierta al momento de realizar el primer contacto con una mujer y así iniciar una relación, que bien podría ser casual o formal.
Separando visiones de simple gusto, como el crear ambientes de luz tenue con velas e inciensos, en la opinión masculina el asunto de no mostrarse físicamente pasa por un indicador de conflicto que va más allá del simple pudor o vergüenza momentánea.
Según ellos
Según diferentes criterios masculinos, a los que nos referimos citando textualmente y respetando el anonimato, el problema pasa por lo siguiente:
“Es por cuestión de crianza, siempre se está juzgando la moralidad en el caso de las mujeres o que nos piensan cochinos libidinosos a los varones. Ellas no pueden superar cierta timidez con respecto a su cuerpo, supongo que esto tiene que ver con temas culturales y sociales, que no les permiten expresarse libremente”
“Como la idea que tienen del sexo es que es un tabú se prefiere la oscuridad o si hay mucha luz la solución es cubrirse la cara con las sábanas y esto porque el sexo desde el punto de vista femenino está visto como algo pernicioso y no como algo normal”.
“Encontrar mujeres con algún defecto o imperfección física siempre tiene una más grave implicación psicológica para ellas, pero también están los casos leves como la vergüenza, el recelo, el asco y el temor de contagio. Estas son situaciones que generan también un cierto freno en la disposición sexual femenina”.
“Si Tarija fuera como la gente dice que es nuestra sociedad, el medioevo se sentiría feliz aquí o si fuera como dicen que todas son unas locas que se meten con los hombres casados (textual). Esa es una mentira, las locas son las que van a bailar y cantar al karaoke vestidas para casar. Sin embargo, esto crea un sesgo que afecta psicológicamente todo el desempeño”.
El qué dirán influye
Una mujer desprejuiciada en Tarija que exprese su sexualidad libremente es el sinónimo perfecto de mujerzuela. Para muchas el tema del qué dirán repercute negativamente, quieran o no, en su actitud sobre el sexo. Así lo expresan algunas entrevistadas que dan testimonio anónimo de ciertas explicaciones que podrían ser motivos de la disfunción sexual en las mujeres.
“Hay momentos en los que la estás pasando bien pero detienes todo para irte, además le dices que no quieres que piense que eres material de una noche. Ese es el tabú de las mujeres que pueden querer hacer el amor pero tienen que esperarse un día más para borrar un viejo patrón social”.
“Ellos lo pueden confirmar, suele ser frecuente el comentario de ‘no soy chica de programa’ evitando dar demasiado en las primeras citas, pensando que existe diferencia entre acceder el primer día o hacernos corretear un mes para igual llegar al fin común”.
Si bien para una gran mayoría el tema pasa por el temor al qué dirán o más específicamente a lo que él pensará, existen también los casos más críticos cuando mujeres por haber sido víctimas de violencia sexual o por haber sufrido algún tipo de acoso o agresión en la niñez se ven imposibilitadas psicológicamente de sentir placer sexual.
Pero como están de acuerdo en precisar las doctoras en psicología y medicina, ningún caso es imposible de tratar para encontrar solución y mejorar no sólo la experiencia sexual sino la vida en general.
Si bien cada situación es particular y única todo tiene solución, por lo que vale la pena al menos intentar y superar esos problemas que perjudican emocionalmente a tantos niveles personales que van más allá de lo sexual.
Toda disfunción
tiene una solución
Según los expertos, comúnmente los problemas sexuales son resultado de factores físicos (médicos) y emocionales. Cuando una condición física es diagnosticada, por lo general puede ser tratada con relativa facilidad y en un corto período de tiempo, mientras que los factores psicológicos se resuelven con terapia sexual en periodos más largos de tratamiento.
Los problemas físicos que contribuyen a la disfunción sexual en las mujeres incluyen: desequilibrios hormonales, obstrucciones en los nervios, flujo de sangre insuficiente, espasmos musculares y tensión muscular.
El ginecólogo José Díaz explica que casi todas las disfunciones femeninas tienen un origen fisiológico y para solucionarlas hay que tratar primero la condición médica. “Si lo que produce la disfunción es una disminución de la testosterona, tengo que restituirla. Si es por diabetes porque no hay lubricación y el coito resulta doloroso, hay que tratar primero la enfermedad. A eso hay que añadir algunas estrategias psicológicas para que también se mejore el condicionamiento negativo o predisposición”.
En consulta, lo primero que realiza un profesional es una evaluación completa de la historia personal, familiar y sexual de la persona para identificar todas las posibles causas. “No es lo mismo una mujer que tiene una falta de deseo porque tiene problemas de autoestima, a una mujer que ha sufrido un trauma, ha sido violada o ha tenido una relación sentimental traumática”, explica.
En el caso de la falta de deseo, por ejemplo, la psicóloga y sexóloga Cristina Martínez recomienda identificar sin este se produce de forma ocasional, es decir en un momento puntual, o si tiene que ver con la práctica sexual, con el lugar, el momento y las posturas. La psicóloga aclara que hay mujeres que creen tener una disfunción pero en realidad el problema está más relacionado con una insatisfacción respecto a la forma y los tiempos en los que se desarrolla el encuentro íntimo.
Causas y efectos de
la disfunción sexual
No se pueden establecer las causas generales a esta problemática, ya que la disfunción sexual femenina puede producirse en áreas muy específicas. Empero las condiciones más comunes que provocan la pérdida del deseo son:
Físicas. Las intervenciones quirúrgicas, desajustes hormonales y ciertas enfermedades como la diabetes, cardiopatías, esclerosis múltiple, enfermedad de Parkinson y la depresión.
Otros factores. Los cambios en los métodos anticonceptivos, cansancio, estrés, cambios de humor, obesidad, la relación con la pareja, los episodios sexuales traumáticos y el consumo excesivo de bebidas alcohólicas y drogas.
También puede producir esto los sentimientos negativos sobre el sexo y la sexualidad, el abuso sexual previo, los traumas vaginales (como el parto), un primer coito doloroso, problemas en la relación, miedo a quedarse embarazada o creencias religiosas estrictas.
Síntomas. En términos generales, la disfunción sexual femenina puede tener múltiples causas y diversas formas de presentación, pero sus síntomas son comunes: falta de interés en iniciar o participar en actos sexuales, falta de receptividad a la actividad sexual y la ausencia de pensamientos sexuales o fantasías.
¿Qué importancia se debe dar al hecho de no tener orgasmos?
El orgasmo es una experiencia que admite muchas variedades. Cuando ocurre puede ser muy distinto cada vez, incluso en la misma mujer. No se conocen sus motivos. Ser consciente del propio cuerpo y sus respuestas sexuales es algo fundamental para que se produzca.
La incapacidad para alcanzar el orgasmo después de una estimulación sexual apropiada puede ser algo preocupante para una mujer y su pareja. La mujer puede experimentar sentimientos de fracaso e inseguridad y también puede recriminárselo a su pareja.
Pero la detección de la causa del problema puede llevar a la paciente a encontrar una solución eficaz.
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